KERBALA.- El ejército estadounidense transfiere el lunes el control de la provincia de Kerbala, una de las zonas chiitas del centro de Irak, a las tropas iraquíes en una ceremonia presidida por el primer ministro, Nuri al Maliki.
La ceremonia de traspaso de poderes se llevó a cabo en medio de fuertes medidas de seguridad en el estadio deportivo de Kerbala, que a partir de ahora se convierte en la octava de las 18 provincias de Irak en pasar bajo la autoridad del gobierno de Bagdad.
"Permítanme decir que nos retrasamos, y mucho, en la reconstrucción de nuestras fuerzas por razones que no mencionaré aquí", declaró en la ceremonia el primer ministro iraquí, que llegó el domingo por la noche a Kerbala, a unos 110 km al sur de Bagdad.
Al Maliki también anunció que el control de otra provincia, en este caso la de Bassora, bajo autoridad británica, será transferido a los iraquíes a mediados de diciembre.
"Debemos superar los obstáculos y actuar rápidamente para rehabilitar a nuestras fuerzas, armándolas y equipándolas", añadió el primer ministro en una rara expresión de impaciencia frente a la lentitud de la reorganización del ejército y la policía iraquíes.
Al Maliki es presionado por Estados Unidos para que reorganice unas fuerzas de seguridad iraquíes capaces de asegurar la estabilidad del país y permitir así que Washington reduzca el contingente militar allí destacado.
Kerbala es una provincia relativamente tranquila comparada con otras del centro y el oeste de Irak, pero también se ve azotada por la violencia interconfesional.
En ella se encuentran los santuarios de dos de los principales imanes del islam chiita, el Imán Hussein y el Imán Abbas. Fue escenario de un tiroteo entre militantes chiitas y policías en agosto, durante una celebración religiosa, que causó 52 muertos.
Las restantes provincias iraquíes aún bajo el control estadounidense son Maysan, Muthanna, Dhi Qar y Nayaf, en el centro y sur del país, y las tres provincias montañosas norteñas del Kurdistán: Erbil, Dohuk y Suleimaniya.
Bassora está bajo control británico desde la invasión del país, en marzo de 2003, con un contingente de 5.000 militares que deberá reducirse progresivamente.