PARÍS.- La huelga de transporte en Francia, en protesta por la reforma de los privilegios de funcionarios públicos, entró hoy en su segundo día, ocasionando interrupciones del tránsito de trenes y del transporte público en París y sus alrededores.
El cese del tránsito ocasionó numerosos atascos que se extendieron durante unos 310 kilómetros alrededor de algunas ciudades esta mañana, a pesar de que el servicio de trenes se desarrolló ligeramente mejor a como lo hizo ayer. La huelga obligó a mucha gente a dirigirse a sus lugares de trabajo a pie, en bicicletas o con patinetas.
Según la red de ferrocarriles SNCF, uno de cada cinco TGV de alta velocidad operaban hoy y uno de cada tres trenes regionales previstos prestaron servicio.
La huelga apenas afectó al recién inaugurado tren de alta velocidad entre París y Londres Eurostar, pero la firma anunció retrasos y cancelaciones en viajes entre París y Bruselas del servicio Thalys. Los trenes de alta velocidad que circulan ente París y Colonia (Alemania) no se verán afectados, aseguraron los sindicatos.
El sistema de transporte público RATP que opera en el gran área parisina informó que uno de cada tres o cuatro metros están operativos, pero el servicio entre la capital y los suburbios se halla aún paralizado.
Los trabajadores de las compañías estatales energéticas EDF y GDF así como de la ópera de París se sumaron a las huelgas.
Los trabajadores ferroviarios franceses protestan contra la proyectada eliminación por parte del gobierno del Presidente Nicolas Sarkozy, de los privilegios jubilatorios que ofrecen a muchos empleados del sector público la posibilidad de retirarse prematuramente de la vida laboral, entre otros. La reforma afecta a unos 500.000 empleados públicos.
Mientras tanto, hay algunos signos de que la huelga podría terminar pronto. El ministro de Trabajo francés, Xavier Bertrand, envió una carta a los líderes de los sindicatos en el que impone un límite de un mes a las negociaciones para resolver la situación.
Sin embargo, continuaron los desacuerdos entre el gobierno y los sindicatos. Ayer, el Primer Ministro galo, Franois Fillon, habló de tres aspectos de la reforma innegociables, incluido el incremento del período de contribuciones de 37,5 a 40 años, mientras los sindicatos insisten en que se ponga sobre la mesa de debate la propuesta de reforma en su totalidad.
Algunos funcionarios sindicalistas dijeron que el fin de la huelga se decidiría en una votación entre los miembros de los sindicatos, quienes podrían pretender prolongar su paro laboral con una huelga general convocada por los trabajadores de servicios civiles para el próximo miércoles.
