LA PAZ.- Las familias afectadas por las torrenciales lluvias que provocaron la crecida de los ríos e inundaciones en seis regiones siguen aumentando en Bolivia, mientras se teme por el brote de epidemias, informó este sábado la prensa local.
El viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco, afirmó que el número de familias damnificadas subió a 3.353 y que la situación es delicada en la zona cocalera del Chapare (centro de Bolivia), donde las autoridades declararon estado de emergencia por la posibilidad del brote de epidemias como el dengue y la fiebre amarilla, según el diario La Prensa.
"Varias brigadas se desplegaron al trópico cochabambino para evitar la proliferación del dengue, que es lo que más se teme, pero también la fiebre amarilla", afirmó el director de Epidemiología de Cochabamba, Efraín Vallejos, citado por la católica agencia Fides.
Las regiones más afectadas son Cochabamba (centro), Santa Cruz (este), Beni (noreste) y La Paz, donde se reportaron la mayoría de damnificados, además del corte de rutas y la pérdida de plantíos de cítricos y soja. En una escala menor persisten los problemas en las sureñas Potosí y Chuquisaca, según la estatal Defensa Civil.
El gobierno declaró alerta naranja y ha desplegado a las zonas afectadas brigadas de ayuda, además de alimentos y vituallas.
El número de muertos no se incrementó y se mantienen los informes oficiales de cuatro personas fallecidas por el desborde de los ríos: dos ancianos en el Chapare arrastrados por el río Ichilo; una niña en El Alto, aledaña a La Paz, y otro anciano en Potosí, al sur del país.
La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) reportó que más del 50% de las carreteras están transitables y sin problemas, 46% sólo se puede recorrer con precaución y alrededor del 2% están cortadas, informó Ramiro Heredia, gerente de esa entidad a la agencia Fides.
