Madre de Clara Rojas considera parte de familia a guerrillero padre de su nieto

BOGOTÁ.- Clara González de Rojas, madre de la secuestrada ex candidata a la vicepresidencia colombiana Clara Rojas, considera como parte de su familia al guerrillero de las FARC que es padre de su nieto Emmanuel, el niño que su hija procreó en cautiverio.

"Yo no tengo reserva en que sea guerrillero", dijo la mujer en declaraciones que publica hoy el diario bogotano El Tiempo en su página de Internet, al hacerse eco de la expectación con la que ella espera la anunciada puesta en libertad de Clara y el niño, además de una ex congresista.

Clara de Rojas dijo que su yerno anónimo "es un ser humano y a cada ser humano que se acerca a un miembro de mi familia, yo lo considero un ser de mi familia".

La mujer, de casi 77 años y con cinco hijos, cuatro de ellos hombres, afirmó que Emmanuel ha podido ayudarle a Clara a soportar la carga del secuestro.

Ella cayó en manos de los rebeldes en febrero de 2002 junto a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también nacional francesa y de quien fue fórmula electoral, como aspirante a vicepresidente.

"Es que los hijos le dan a uno la fuerza que uno nunca imaginó tener", explicó la madre de Clara de Rojas, quien al igual que el país supo en mayo de 2006 que su hija era madre de un niño de padre guerrillero.

El caso, único en la historia del secuestro en Colombia, lo desveló el periodista Jorge Enrique Botero en "Últimas noticias de la guerra", libro que escribió tras regresar de un viaje de trabajo a un campamento rebelde.

La revelación desató un movimiento en favor de la puesta en libertad de Clara y el niño, quien nació hace unos cuatro años.

La liberación del niño y las dos mujeres fue anunciada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un comunicado fechado el 9 de diciembre último y conocido el pasado martes.

El grupo insurgente explicó la decisión como un desagravio al presidente venezolano, Hugo Chávez, y a la senadora colombiana Piedad Córdoba, hasta hace un mes intermediarios en la búsqueda del acuerdo humanitario al que los rebeldes supeditan la puesta en libertad de las 45 personas que pretenden canjear por medio millar de presos.

Las gestiones de Chávez, como mediador, y de Córdoba, como facilitadora, fueron interrumpidas el pasado 21 de noviembre por el presidente colombiano, Álvaro Uribe.
En respuesta, Chávez dejó en suspenso las relaciones bilaterales.