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Clara Rojas y Consuelo González: Dos mujeres unidas por el drama del secuestro

Clara Rojas y Consuelo González son abogadas y fueron secuestradas con pocos meses de diferencia.

10 de Enero de 2008 | 13:29 | ANSA

BOGOTÁ.- Clara Rojas y Consuelo González, las rehenes de las FARC liberadas hoy, fueron secuestradas en dos episodios separados, en 2002 y 2001 respectivamente, y formaban parte de un grupo de 45 cautivos de esa organización guerrillera colombiana.


Rojas es una abogada de Bogota de 43 años que fue capturada el 23 de febrero de 2002 en la zona de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá, a 270 kilómetros al sur de Bogotá.


Fue raptada junto a la candidata presidencial Ingrid Betancourt, de quien era compañera de fórmula por el partido Oxígeno Verde.


La última prueba de vida fue conocida en 2003, mientras que de Betancourt fue difundido un video el 1 de diciembre pasado.


Durante los años de prisión, Rojas tuvo un hijo con un guerrillero, que se llamó Emmanuel y que dio nombre al operativo iniciado a fines de diciembre por el Presidente venezolano, Hugo Chávez.


Sin embargo, ese primer intento de rescate se frustró cuando las FARC denunciaron un aumento de las operaciones militares colombianas y el Mandatario Álvaro Uribe acusó a la guerrilla de no hacer la entrega porque el niño Emmanuel estaba en manos del Instituto de Bienestar familiar de Bogotá.


Tristes noticia esperan a Consuelo González


En tanto, González de Perdomo, también abogada de 57 años y originaria de Huila, fue secuestrada por un comando de ocho hombres de las FARC el 10 de septiembre de 2001 en la carretera entre Pitalito y Neiva, la capital del departamento, 326 kilómetros al sur de Bogotá.


Desarrolló buena parte de su carrera política en Huila, como secretaría de Educación, entre otros cargos. Fue dos veces representante a la Cámara (baja) y era parlamentaria por el Partido Liberal cuando fue secuestrada.


Su última prueba de vida fue recibida en agosto de 2003.


Tiene dos hijas -Patricia y María Fernanda, esperándola desde fines de diciembre en Caracas- y una nieta, que recién conocerá cuando sea liberada.


Su esposo, Jaime Perdomo, murió en 2005 por un problema cardíaco, una noticia que sus hijas dijeron que no saben cómo le comunicarán.

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