KUWAIT. - El presidente estadounidense George W. Bush inició el viernes en Kuwait una gira por cuatro países árabes del Golfo y aliados petroleros con intenciones de obtener su apoyo para su política de aislar a Irán.
Este viaje, que se produce luego de su histórica visita a Israel y a Cisjordania para Impulsar un acuerdo de paz israelo-palestino antes de abandonar la Casa Blanca en enero de 2009, se produce en medio de tensiones crecientes entre Washington y Teherán a raíz de un reciente incidente naval en el estrecho de Ormuz.
Mientras Kuwait recibió a Bush este viernes como a un amigo, fuentes oficiales indicaron que los Emiratos Arabes Unidos no permitirán que Estados Unidos use su territorio para lanzar ataques contra Irán.
"Señor presidente, la región necesita iniciativas inteligentes, no bombas inteligentes", afirmaba el viernes el diario kuwaití Al Rai en su editorial.
"Necesita tecnología intercontinental, no misiles balísticos. Necesita acuerdos científicos, económicos, financieros y comerciales, no acuerdos armamentísticos", afirma ese rotativo.
Kuwait sirvió en marzo de 2003 de trampolín a Estados Unidos para lanzar su invasión en Irak y derrocar al ex dictador iraquí Saddam Hussein, cuyas fuerzas habían invadido al pequeño vecino en 1990, antes de que el emirato fuera liberado en 1991 por una coalición liderada por Washington.
Unos 15.000 militares norteamericanos están desplegados en Kuwait en la base de Camp Arifjan, una de las mayores bases militares de Estados Unidos en la región, donde está previsto que Bush hable el sábado a los soldados.
A su llegada a Kuwait, el mandatario norteamericano fue recibido a pie de avión por el emir de este pequeño país, el jeque Sabah Al Ahmad Al-Sabah, con quien tenía previsto mantener una entrevista de trabajo y luego una cena oficial.
Después de Kuwait, Bush viajará a Bahrein -donde miembros de la mayoría chiíta dijeron que no es bienvenido-, a los Emiratos Arabes Unidos -uno de los mayores socios comerciales de Irán- y a Arabia Saudita, en el marco de un viaje que pretende frenar las "ambiciones agresivas" de Teherán.
Bush inició su gira regional el miércoles en Israel, advirtiendo que Irán es una "amenaza para la paz mundial" y por lo tanto no debería permitírsele el desarrollo de conocimientos para fabricar el arma nuclear.
Teherán niega estar detrás del arma nuclear. Bush también advirtió a Teherán sobre las "serias consecuencias" que puede acarrear un ataque contra buques de guerra estadounidenses, tras el incidente que el domingo protagonizaron barcos de su país y lanchas iraníes en el estrecho de Ormuz.
En su oración del viernes, un alto clérigo iraní, Ahmad Jatami instó a los dirigentes árabes a distanciarse del "proyecto de iranofobia" de Bush, asegurando que deberían tener "la sabiduría de no vincular su fe con un presidente patético e insolvente que terminará en un año".
Las monarquías del Golfo, incluyendo a Qatar, que Bush visitó en 2003, han estrechado lazos militares con Estados Unidos. Pese a que un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses conocido en diciembre indicó que Teherán suspendió su programa nuclear en 2003, muchos en el Golfo están preocupados sobre intenciones militares de Washington hacia Irán.