Clara Rojas reveló que nunca más supo del guerrillero padre de Emmanuel

 BOGOTA.- La política colombiana Clara Rojas, liberada después de un secuestro de casi 6 años, reveló el viernes que nunca pudo contarle al guerrillero que la embarazó que iba a ser padre y que incluso le aseguraron que éste había muerto.

"No he tenido la oportunidad de comentarle al padre. La realidad es que no tengo noticia de donde está, ni yo de comunicarle la situación, toda esa situación la afronto yo sola", narró.

Rojas, quien tuvo a su hijo a través de una cesárea en un campamento rebelde, dijo que nunca volvió a saber nada del padre de Emmanuel y que incluso alguna vez le aseguraron que había muerto.

La abogada admitió que a los 8 meses aceptó desprenderse de su hijo debido a las condiciones adversas registradas en medio de la jungla y por las dificultades provocadas por los operativos militares y la persecución de los helicópteros, además de una picadura de insecto en la cara que no le sanaba.

El niño, de casi 4 años, permanece actualmente bajo protección de un instituto gubernamental de protección infantil, al que ingresó en el 2005, después de que la persona a la que la guerrilla le encargó su cuidado se vio obligada a llevarlo a un hospital y los médicos decidieron entregarlo en custodia por el abandono y desnutrición que presentaba.

Fuga frustrada

Rojas relató  que intentó fugarse de un campamento de la guerrilla en la selva con la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, pero que el plan fracasó y la amistad se deterioró.

La política relató que después de que fue secuestrada junto con Betancourt, en febrero del 2002 en el departamento del Caquetá, comenzaron a planear la fuga.

"Empezamos cuando tenemos la oportunidad de estar juntas a planear la situación, hasta cuando se nos presenta la oportunidad y lo hacemos, lo que pasa es que no contamos con suerte porque nos perdimos y vuelven y nos cogen", relató Rojas a W Radio desde Caracas.

"No alcanzamos a lograr salir de ese círculo cercano al campamento, porque no logramos orientarnos por la misma oscuridad de la noche, por la misma selva, entonces fracasamos en el intento que fue desafortunado porque otra hubiera sido la historia en donde nos hubiéramos logrado escapar, no hubiéramos durado en cautiverio más de dos meses o tres", aseguró.

La política dijo que después de la fallida fuga su amistad con Betancourt se deterioró porque se culpaban mutuamente del fracaso, mientras que la guerrilla les advirtió de los riesgos de escapar en la selva y las intimidó llevándoles un tigre muerto y dejando serpientes y tarántulas en donde dormían.

La abogada reveló que como castigo estuvieron encadenadas durante un mes y que solamente les quitaban las cadenas para que se bañaran, aunque después se las quitaron.

Rojas sostuvo que después logró recomponer la amistad y la comunicación con Betancourt, y que ella fue la primera persona a la que le contó que estaba embarazada, aunque después de que nació su hijo Emmanuel, las separaron.