BAHRÉIN.- El Presidente estadounidense George W. Bush dijo que no tiene inconvenientes en no hacer más reducciones a las tropas en Irak, si los generales se lo recomiendan, a pesar de las exigencias en su país para que acelere el proceso.
Tras recibir reportes sobre la situación militar, Bush dijo que la presencia estadounidense en Irak irá más allá de su período en la presidencia y afirmó que cualquier decisión sobre el número de soldados “tiene que basarse en el éxito”.
El Presidente de Estados Unidos se mostró contento con la noticia de que el parlamento iraquí aprobó una ley para reinstalar en el gobierno a miles de ex miembros del Partido Baath, de Saddam Hussein. “Es un importante paso hacia la reconciliación”, dijo al iniciar las conversaciones con el Rey de Bahrein Hamad bin Isa al-Khalifa. “Es importante que los líderes de ese país entiendan que deben colaborar para satisfacer las aspiraciones del pueblo iraquí”.
En su gira por estados gobernados por suníes inquietos por la creciente influencia y ambiciones de Irán, de mayoría chií, Bush volvió a formular advertencias a Teherán. “El papel de Irán para fomentar la violencia ha quedado en evidencia”, dijo refiriéndose a los progresos en la presunta ayuda de este país a Irak.
Los sondeos en Estados Unidos muestran que la mayoría de las personas se opone a la guerra. El Congreso, en manos demócratas, ha tratado durante un año de obligar a Bush a ordenar retiradas y establecer plazos para las mismas. Pero el Presidente, apoyado por la mayoría de los legisladores republicanos, ha prevalecido en todos los casos.