MANAMA.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, visitó el domingo a la Quinta Flota de la Armada estadounidense en medio de nuevas tensiones con Irán debido a un incidente en el que Washington dice que sus barcos fueron acosados en el Estrecho de Ormuz.
Bush entró al comedor del creciente complejo naval en Bahréin ante fuertes aplausos y gritó "buenos días" a los marineros, Marines y soldados que se preparaban para el desayuno.
Bush se unió a la línea del casino y eligió algunos panqueques con jarabe y tocino, se sentó junto al personal militar y tomó su desayuno.
El presidente de Estados Unidos visitó Bahréin, que alberga a la Quinta Flota, en el segundo día de su viaje por países árabes aliados de Estados Unidos, que en parte busca apoyo para aislar a Irán.
La visita de Bush se da en medio de renovadas tensiones debido a un incidente naval entre Irán y Estados Unidos en el Golfo Pérsico la semana anterior.
Washington dice que sus barcos de guerra fueron amenazados por naves iraníes en el Estrecho de Ormuz, una ruta vital para el transporte de crudo desde la mayor región productora de petróleo del mundo.
Teherán dijo que se trató de un contacto de rutina y acusó a Estados Unidos de exagerar el incidente con fines de propaganda política.
Bush discutió el incidente del Estrecho de Ormuz con el vicealmirante Kevin Cosgriff, comandante de la Quinta Flota, quien dejó en claro que sus fuerzas lo tomaron muy en serio, declaró la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino a los periodistas que viajan junto al presidente estadounidense.
"Todas las personas en el Ejército recuerdan qué sucedió en el pasado con el USS Cole", señaló, refiriéndose al ataque mortal del 2000 contra el buque de guerra que se encontraba en Yemen.
Durante su paso por Israel la semana pasada, al inicio de su viaje a Oriente Medio, Bush advirtió a Irán sobre "serias consecuencias" si atacaba a barcos de Estados Unidos, y reiteró que todas las opciones están sobre la mesa.
Washington está liderando los esfuerzos por aislar a Irán debido a sus ambiciones nucleares, y Bush dijo a fines del año pasado que un Irán con armas nucleares podría llevar a la "Tercera Guerra Mundial".
El Gobierno de Bush ha mantenido una campaña de dura retórica pese a que informes de inteligencia estadounidense concluyeron en diciembre que Irán había detenido su programa de armas nucleares en el 2003, contradiciendo la afirmación del presidente de que Teherán busca activamente desarrollar una bomba.
Bush ha insistido en que Irán sigue siendo un peligro. Teherán afirma que quiere la tecnología nuclear estrictamente para propósitos civiles.
Pero la Estimación Nacional de Inteligencia ha dejado preocupados y confundidos a los aliados árabes de Washington.
Ellos comparten los temores de Estados Unidos sobre la creciente influencia regional de Teherán, pero quieren que los esfuerzos para detenerlo se realicen sin recurrir a medios militares.
Kuwait, la primera parada de Bush en su recorrido por el Golfo Pérsico, ha dicho que no permitirá que Estados Unidos utilice su territorio para realizar ataques contra Irán.
Más tarde el domingo, Bush visitará los Emiratos Arabes Unidos y dará su discurso tradicional del viaje en el que defenderá a la democracia.
También visitará Arabia Saudita y Egipto esta semana, mientras intenta reunir respaldo árabe para sus esfuerzos de paz entre palestinos e israelíes.