MADRID.- Lo que en la calle era una verdad a gritos, ahora queda probado científicamente: Las tallas de la ropa no se ajustan a las medidas de las mujeres del siglo XXI y, por eso, el Gobierno español propone cambiar el tallaje de la moda femenina.
Las medidas actuales de busto, cintura, cadera y estatura son muy distintas a las que tenían las mujeres en 1972, cuando se establecieron unas tallas que parecen haberse quedado obsoletas, según demuestra un estudio antropométrico elaborado por el Ministerio de Sanidad español y que fue presentado hoy en Madrid.
Esta investigación, llevada a cabo con una muestra representativa de 10.415 mujeres de entre 12 y 70 años divididas en diez grupos de edad, revela que el 40% de la población femenina en España tiene problemas para encontrar su talla, y de ahí la propuesta que ahora el Gobierno español quiere hacer a la Unión Europea (UE).
"Vamos hacia la desaparición de las tallas actuales y hacia otro modelo que satisfaga a las mujeres", afirmó el responsable de la Sanidad española, Bernat Soria, durante la presentación del primer estudio de estas características llevado a cabo por el Ministerio que dirige.
Y es que el modelo que el Ejecutivo español propondrá a las autoridades de la UE contempla muchas más realidades de volumen corporal que el actual sistema: de aplicarse, tres dígitos -pecho, cintura y cadera- acompañarían a cada estatura para que nadie se quedara fuera.
Estas nuevas tallas deben responder además a las tres categorías anatómicas que la Sanidad española ha inferido de los cuerpos de las habitantes del país, que se dividen entre el tipo diábolo, es decir, pecho y cadera simétricos, pero cintura más estrecha; campana, o sea pecho y cintura simétricos y cadera más ancha; y cilindro, es decir, total simetría.
Esta distribución anatómica es "relevante", según Soria, para el sector del diseño y la confección en España, que tiene que vestir a un 36% de mujeres de tipo cilíndrico, un 39% de estructura de diábolo y un 25% con forma de campana.
Pero la realidad multiforme que muestran los cuerpos de las mujeres en España también ofrece datos preocupantes, pues entre las encuestadas que confiesan estar contentas con su propio cuerpo, "un 70 por ciento tiene delgadez severa", según Soria.
Con esta iniciativa, las autoridades españolas dan muestras de tener un gran interés por los modelos estéticos que influyen en la sociedad, después de que en 2006 se impusiera un índice mínimo de masa corporal a las modelos para participar en la Pasarela Cibeles, la más importante del país.
Esta medida, que se implantó con la idea de vincular la belleza a la salud, y no a la extrema delgadez, fue pionera en las grandes pasarelas internacionales e hizo que quedaran fuera del certamen varias modelos con una masa corporal (el peso dividido por el cuadrado de la altura) inferior a 18, el mínimo exigido.
A la propuesta del Ejecutivo español ya ha respondido la organización española de consumidores FACUA, que exige que las nuevas tallas sean aplicables a todas las empresas que vendan ropa en España, para lograr una nueva uniformidad.
Por su parte, Modesto Lomba, uno de los modistos españoles más populares, cree que la información que proveerían las etiquetas gracias a esta nueva propuesta permitiría trabajar con exactitud en lo que hasta ahora era una verdad a gritos: "que los patrones no se ajustan al cuerpo de la mujer".
Pero ellas no son las únicas, pues el Gobierno español pretende también someter a los hombres a este estudio de tallas para demostrar que ellos, en cuanto a tamaño y volumen corporal, tampoco son los mismos de antes.
