PALMA DE MALLORCA, España.- Juan Carlos Lecompte, marido de la ex candidata presidencial de Colombia secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ingrid Betancourt, confía en un reencuentro gracias a la mediación del Presidente Hugo Chávez.
Lecompte, que mañana dará una conferencia en Palma, capital de la isla de Mallorca, destacó hoy la importancia de las gestiones de Brasil, Argentina y, sobre todo, de Venezuela para que las FARC devuelvan la libertad a algunos de los secuestrados.
A su juicio, el Mandatario venezolano es "la única persona a la que la guerrilla oye, admira y respeta".
En rueda de prensa, el marido de Betancourt sumó a los últimos signos esperanzadores el anuncio de la liberación en estos días de los ex congresistas Gloria Polanco, Orlando Beltrán y Luis Eladio Pérez, éste último compañero de cautiverio de su mujer, del que espera información directa sobre su estado físico y anímico.
"Tengo muchas ganas de hablar con él", según Lecompte, quien recordó que el próximo día 23 se cumple el sexto aniversario del secuestro de su esposa, una de los casi 60 rehenes políticos de las FARC, que en total retienen a unas 800 personas.
Lecompte manifestó que "internamente, el problema no se va a resolver", sobre todo porque el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, "apuesta por la vía militar" y aboga por realizar operaciones de combate en la selva para liberar a secuestrados, lo cual es "condenarlos a muerte" porque las FARC los ejecuta ante cualquier asalto del Ejército.
"Con otro Presidente, Ingrid estaría hace tiempo en la casa y los demás secuestrados también", dijo.
Respecto a la pretensión de Hugo Chávez de favorecer el cambio de actitud de las FARC con su exclusión de la lista internacional de grupos terroristas, Lecompte admitió que si esta guerrilla fuese considerada sólo una "fuerza beligerante" insurgente tendría que someterse a la Convención de Ginebra y aceptar acuerdos humanitarios como los que los familiares de secuestrados demandan.
"Para mí, una organización que tiene secuestrados civiles no puede ser un grupo beligerante", según el marido de Betancourt, quien destacó también el apoyo que su causa recibe por parte del Gobierno francés y, en menor medida, de España y Suiza.