WASHINGTON.- La Marina de Estados Unidos prevé derribar el defectuoso satélite espía "L-21" este jueves, un día después de que el transbordador espacial Atlantis haya aterrizado en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), informaron hoy dos funcionarios a la cadena CNN.
Las fuentes, que hablaron bajo la condición de anonimato porque la información permanece clasificada, afirmaron que la idea del Pentágono es derribar el satélite cuanto antes para dejar suficiente tiempo para un hipotético segundo intento.
El período a partir del cual la Marina puede derribar el satélite se abrirá el miércoles, una vez que el Atlantis haya aterrizado.
El Pentágono prevé derribar el satélite mediante un misil táctico lanzado desde un barco de la Marina estadounidense antes de que entre en la atmósfera terrestre y desviarlo sobre aguas marítimas.
El Gobierno de EE.UU. ha tomado esta decisión por "el daño potencial que representa para los ciudadanos el combustible del cohete que lleva el satélite".
La Agencia de Defensa contra Misiles (MDA), que depende del Pentágono, calcula que el coste de la operación se situará entre 40 y 60 millones de dólares.