BOGOTÁ.- Un grupo de 18 policías colombianos discapacitados a causa del conflicto armado que azota a este país andino finalizó el miércoles un recorrido de 10 días en sillas de ruedas para exigir a la mayor guerrilla izquierdista que libere a 40 rehenes por motivos políticos.
Los policías, visiblemente exhaustos por el recorrido de más de 400 kilómetros desde la ciudad de Medellín, llegaron a Bogotá horas después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron a cuatro ex congresistas que estaban secuestrados desde hacia más de 6 años.
"Fue un camino largo, pero estoy satisfecho por la gente que nos salió a recibir. Estoy contento por haber logrado uno de nuestros objetivos", dijo a Reuters el agente Cantalicio Díaz, mientras caían pétalos de rosas lanzados desde un helicóptero de la Policía. Díaz perdió sus piernas por una explosión en un ataque de la guerrilla.
Los policías fueron recibidos en medio de aplausos por miles de sus compañeros y personas que los esperaban en el "monumento a los militares y policías caídos en acción", en el centro administrativo de la capital colombiana.
Entre los 40 secuestrados políticos que mantienen las FARC en la selva están 24 policías, 9 militares, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses.
La travesía de los policías es la última de las manifestaciones que se han registrado en protesta por los secuestros de las FARC, el mayor grupo rebelde del hemisferio.
De acuerdo con cifras del Gobierno, además de los secuestrados políticos, Las FARC mantienen retenidos a unos 700 civiles por motivos económicos para financiar su lucha contra el Estado.
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, celebró la travesía de los policías y reiteró el llamado al grupo rebelde para que libere a todos los plagiados.
"Más claro no puede ser el mensaje", afirmó después de condecorar a los policías.
Las FARC buscan intercambiar con el presidente Alvaro Uribe a los secuestrados por unos 500 guerrilleros encarcelados, poniendo como condición que el Gobierno retire sus Fuerzas Armadas de una zona de 780 kilómetros cuadrados, exigencia a la que se opone el mandatario quien con el apoyo de Estados Unidos mantiene una ofensiva contra la guerrilla.