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Santiago: Domingo 14 de diciembre del 2025 | Actualizado 19:57
Un niño de 14 años presentó un recurso para que le permitieran orar.
ReutersBERLÍN.- El Tribunal Administrativo de Berlín ha reconocido el derecho de los alumnos musulmanes a rezar en los centros educativos de la ciudad, a los que ha aconsejado que creen salas de oración para que esos estudiantes.
La sentencia da la razón a la denuncia presentada por un bachiller musulmán de 14 años del Instituto de Enseñanza Media Diesterweg, en el barrio berlinés de Wedding, que había reclamado su derecho a orar por lo menos una vez al día durante una pausa o una hora libre, revela hoy el rotativo "Berliner Zeitung".
La decisión judicial, que ha sido apelada ante una instancia superior por las autoridades educativas de la capital alemana, podría resultar vinculante para todos los centros de enseñanza, no solo de Berlín, sino en toda Alemania, en el caso de que se haga firme.
El colegial, cuya identidad no ha sido facilitada, llamó la atención en su instituto el pasado noviembre cuando, junto a otros siete compañeros, aprovechó una pausa en el horario escolar para rezar en un pasillo mirando en dirección a la Meca durante diez minutos.
Al conocer los hechos, la dirección del colegio se puso inmediatamente en contacto con los padres de los adolescentes, a quienes comunicó que el compromiso de neutralidad del Estado le obligaba a prohibir a los alumnos practicar su religión en el colegio.
Los padres del alumno de 14 años y el propio alumno presentaron entonces la denuncia ante el Tribunal Administrativo de Berlín, que en su fallo dictamina que a la libertad de religión pertenece también la libertad de su práctica.
Además establece que la práctica de esa oración no afecta directamente ni al profesorado ni al resto de los alumnos, aunque aconseja al centro que, "en consonancia con el interesado, se creen las condiciones adecuadas" para que pueda rezar sin ser molestado en una habitación en el propio colegio.
El rotativo señala finalmente que, según los jueces, para la convivencia pacífica en un colegio laico es necesario respetar y tolerar las convicciones religiosas de los demás.
