Spitzer será reemplazado por David Paterson.
EFENUEVA YORK.- El gobernador demócrata de Nueva York, Eliot Spitzer, anunció hoy su dimisión por su implicación en un escándalo de prostitución que podría constituir un delito federal.
Spitzer, que construyó una carrera política basada primeramente en la ética, pidió disculpas a su familia y a todos los neoyorquinos. "Pido perdón sinceramente", afirmó en una declaración leída con su esposa al lado.
"En el transcurso de mi vida pública insistí -creo que correctamente- en que las personas, independientemente de su posición o poder, deben asumir responsabilidades por su conducta. No puedo y debo pedir menos de mí mismo", sentenció.
Asumirá David Peterson
Su dimisión será efectiva el lunes, cuando asumirá el cargo su hasta ahora segundo, David Paterson, que será el primer gobernador negro y ciego del tercer estado más poblado del país.
El escándalo, al que el gobernador no se refirió directamente, estalló el lunes, cuando el diario "The New York Times" publicó que Spitzer fue grabado por agentes federales negociando por teléfono para contar con los servicios de una prostituta.
Los agentes investigaban una red de proxenetismo llamada Emperors Club VIP, que supuestamente gestionaba prostitutas de lujo en Nueva York, Miami, Washington, Londres, Los Angeles y París.
Según varios medios, los servicios podían llegar a costar 5.500 dólares. En esa ocasión Spitzer pagó 4.300 dólares, pero según la prensa gastó con anterioridad hasta decenas de miles de dólares.
Según el diario, Spitzer confirmó en la conversación telefónica los planes para que le llevaran a una mujer de Nueva York a Washington, lo que podría constituir un delito federal de tráfico de personas.
Ese fue el cargo con que las autoridades detuvieron la pasada semana a cuatro personas relacionadas con el caso.
El político se encontró presuntamente con la mujer el 13 de febrero en el hotel Mayflower de Washington, donde al día siguiente debía comparecer ante el Congreso.
Spitzer es gobernador de Nueva York desde comienzos de 2007. Antiguo fiscal del Estado, ganó las elecciones de noviembre de 2006 con el 69 por ciento de los votos gracias a una campaña centrada en la limpieza y la transparencia de su gestión.
"Miro a mi tiempo como gobernador con la sensación de lo que podría haber sido", afirmó.
"Queda mucho por hacer, y no puedo permitir que mis fracasos privados entorpezcan el trabajo de la gente", añadió.
Varios medios estadounidenses aseguran que desde que estalló el escándalo Spitzer negoció con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) una salida a la crisis.
El gobernador no se refirió en ningún momento a ello en su declaración.
Como gobernador, Spitzer era uno de los 796 "Superdelegados" con derecho automático a voto en la convención demócrata que elegirá a finales de agosto al candidato del partido a la presidencia de Estados Unidos.
El gobernador había comprometido públicamente su voto para la senadora por Nueva York Hillary Clinton.