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Santiago: Martes 23 de diciembre del 2025 | Actualizado 23:36
SANTIAGO.- Aunque ver a algunos de nuestros parlamentarios revisando páginas con mujeres livianas de ropa en Internet o bailando el "koala" al interior del Congreso logre espantar a los más conservadores, después de ser testigos de los "numeritos hot" protagonizados por sus colegas estadounidenses, los electores chilenos deberíamos estar agradecidos.
Desde un Presidente demócrata que usaba la propia Casa Blanca como escenario de sus "encuentros íntimos" hasta un senador republicano que intentó seducir a un policía en el baño de un aeropuerto. Con cada caso los honorables estadounidenses parecen superarse a sí mismos en espectacularidad y morbo. Aquí el infaltable recuento de los casos más memorables.
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- El "Cliente 9": El recién renunciado gobernador de New York, Eliot Spitzer, fue el último en sumarse a la "lista hot" y le costó caro: Para hacerlo tuvo que desembolsar nada menos que unos 80 mil dólares, cifra que pagó a una prestigiosa empresa que le proveía de prostitutas VIP. El "Cliente 9", como se lo identifica en el informe de la fiscalía, dimitió ayer a su cargo, sufriendo un grave traspié en su promisoria carrera política. |
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- "Wena Moni": Una infidelidad más austera cometió el Presidente demócrata Bill Clinton, en 1998, nada menos que en la inmaculada Casa Blanca, ahí mismo donde sus colegas de las películas deciden cómo salvar el mundo o bendicen a la nación. El fruto de la perdición del ex Mandatario fue la rellenita becaria Monica Lewinsky, quien saltó a la fama tras el episodio que a Bill casi le cuesta la destitución de su cargo.
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- ♫ Agente, agente...: Pero a falta de Casa Blanca, buenos son los baños. Al menos eso habrá pensado el senador republicano Larry Craig, quien en 2007 fue detenido en el baño de un aeropuerto donde intentó "abordar" a un policía. Ingresó a un cubículo contiguo y empezó a rozarlo con su zapato (señal de insinuación entre homosexuales). Como respuesta "matapasiones", el agente le mostró su identificación policial.
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- Mensajes indiscretos: Pero al parecer los políticos son de gustos variados. El congresista republicano Mark Foley no acosó a su secretaria ni a la policía, sino que optó por acercarse a adolescentes menores de edad que se desempeñaban como becarios en el Capitolio, en 2006. Su discreta manera para captar la atención de los adolescentes fue enviarles mensajes de texto con contenido sexual explícito, hecho por el cual debió renunciar a su cargo. |
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- Polémicas acompañantes: El devoto senador republicano David Vitter estuvo a punto de ser condenado al aparecer en la lista de clientes de un servicio de acompañantes para "el cumplimiento de fantasías eróticas". Aunque la dueña aseguró que no incluía sexo, Vitter pidió disculpas públicas ante lo que calificó cono "un pecado". Aseguró además haber recibido "el perdón de Dios" y de su esposa.
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- Con la secretaria: Un episodio algo más romántico es el que protagonizó el Presidente de Estados Unidos Franklin Roosevelt, a principios de siglo. Sin mensajes de texto, se las ingenió para mantener una prolongada relación con la ex secretaria de su esposa, Lucy Mercer. Pese a ser descubierto por su mujer, Eleanor, mantuvo su romance durante casi toda su vida. |
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- La "yayita": Ni morirse es garantía de santidad. El senador demócrata y ex candidato a la Presidencia de Estados Unidos, Strom Thurmond, protagonizó un escándalo después de su deceso, en 2003: Pese a ser un defensor de la política segregacionista, una mujer mestiza reveló ser hija del político, producto de una relación que sostuvo con una joven negra hace más de 70 años. |
