EMOLTV

Regresa a Australia barco ecologista que saboteó a balleneros japoneses

Se trata de la embarcación "Steve Irwin" de la organización ecologista "Sea Shepherd", el que perseguía desde principios de año a los balleneros japoneses para impedir la captura de cetáceos.

15 de Marzo de 2008 | 07:38 | EFE

SÍDNEY.- El barco "Steve Irwin" de la organización ecologista "Sea Shepherd" regresó hoy a Australia tras más de un mes saboteando las actividades de los balleneros japoneses en la Antártida, informó la radio ABC.


Después de atracar en el puerto de Melburne, su capitán, Paul Watson, aseguró que la tripulación se encuentra muy cansada pero feliz de volver a casa y orgulloso de haber logrado dificultar la labor de los pesqueros nipones.


"Sólo les quedan cinco días de temporada ballenera y están en medio de una tormenta horrible, no creo que puedan cazar más animales de los 500 que han capturado hasta ahora, muchos menos de los que tenían previsto", comentó.


Watson estimó que los actos de sabotaje del "Steve Irwin" les han costado unos 70 millones de dólares.


El buque perseguía desde principios de año a los balleneros japoneses para impedir que llevaran a cabo su programa anual de captura de cetáceos “por motivos científicos,” según Tokio.


Su iniciativa se inició al tiempo que un juez australiano declaró ilegal la caza de ballenas en la reserva marina declarada por Camberra en la Antártida, que Japón no reconoce por entender que el territorio no pertenece a Australia.


La primera acción de los ecologistas ocurrió cuando abordaron al pesquero nipón "Yashin Maru 2" por haber entrado a ilegalmente en el santuario marino, denunciaron los activistas.


Hace dos semanas, miembros de "Sea Shepherd" arrojaron bombas fétidas a otro ballenero, cuya tripulación reaccionó disparándoles e incluso perforando el chaleco antibalas de Watson, según el relato de éste.


Japón puso en marcha en noviembre pasado su programa anual de captura de cetáceos "con fines científicos", pese a que la Comisión Ballenera Internacional solicitó en junio a Tokio que lo parase.


Desde entonces, el Gobierno australiano vigila a los pesqueros nipones con un barco del Departamento de Aduanas, que graba en vídeo sus operaciones por si algún día se necesitan pruebas de cara a un futuro proceso ante un tribunal internacional.