BRUSELAS.- Un grupo de unos doscientos exiliados tibetanos se han concentrado hoy ante la sede del Consejo de la Unión Europea para reclamar "una posición más firme contra los abusos de China en el Tíbet", y han presentado su petición por escrito a la Presidencia eslovena de turno.
Entre cantos tradicionales tibetanos y consignas contra China y "por la libertad del Tíbet", la concentración ha discurrido de forma pacífica, y ha estado vigilada por un amplio dispositivo policial desplegado a las puertas del Consejo.
El acto, organizado por la Asociación de Amigos del Tíbet, la Comunidad Tibetana en Bélgica y la Campaña Internacional por el Tíbet, ha reunido a parte de los aproximadamente 900 refugiados tibetanos que residen en Bruselas, y también a algunos simpatizantes belgas de esta comunidad, según los convocantes.
Antes del acto, el presidente de la Asociación de Amigos del Tíbet, Marc Liégeois, entregó en el Consejo una carta dirigida a la Presidencia eslovena de turno con las reivindicaciones de la comunidad tibetana.
El documento demanda a la UE que realice una investigación sobre lo sucedido en el Tíbet desde el pasado viernes, la designación de un responsable europeo para el conflicto, y que "condene con fuerza la represión violenta de las autoridades chinas contra manifestantes pacíficos", entre otras peticiones.
"Estamos sorprendidos por la inconsistencia de la reacción europea ante lo ocurrido recientemente en Lhasa, y la llamada a la contención realizada el pasado viernes por la UE parece dar un cheque en blanco para la represión a las autoridades chinas", afirma la carta.
Asimismo, los firmantes lamentan que las instituciones europeas hayan descartado el boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín, según quedó establecido el pasado lunes en el Consejo informal de Ministros de Deportes de la UE, algo que significa para ellos "el abandono de la única arma de disuasión no violenta en favor del pueblo tibetano".
Según dijo Liégois, la carta es iniciativa propia de las organizaciones firmantes (la asociación de Amigos del Tíbet de Bruselas y otras dos con sede en Francia y Polonia) y no del Gobierno tibetano en el exilio, aunque afirmó que estos grupos "están en contacto constante" con el Ejecutivo encabezado por el Dalai Lama.
El único incidente registrado durante la concentración fue la detención de uno de los manifestantes, que tuvo de ser reducido por varios agentes cuando se dispuso a entrar a la carrera en la sede del Consejo de la UE.
En los próximos días, algunos exiliados tibetanos prevén comenzar una huelga de hambre ante las instituciones europeas “como medida desesperada para llamar la atención,” según dijo la vicepresidenta de Amigos del Tíbet, Lhamo Sualuto.
