TAIWAN.- Taiwán celebra hoy, sábado, la primera consulta popular sobre el futuro de su relación con China, con un referéndum sobre el ingreso en las Naciones Unidas bajo el nombre independentista de Taiwán.
La consulta, en el marco de las elecciones presidenciales, fue impulsada por el presidente taiwanés, Chen Shui-bian, en desafío a las críticas de Washington y otras potencias occidentales, y las amenazas de China, que considera a la isla parte de su territorio.
Pekín, que amenaza con invadir Taiwán si se dirige hacia la independencia formal, lanzó serias advertencias a la isla y observa muy de cerca el desarrollo del reférendum, con el telón de fondo de los desórdenes en el Tíbet y regiones cercanas.
El opositor Partido Kuomintang (KMT) anunció el boicot del referéndum temeroso de una escalada de tensiones con China y Estados Unidos, el primer suministrador de armas de la isla y su principal aliado en un eventual conflicto militar con Pekín.
El uso de la palabra "Taiwán", en el referéndum, en vez del título oficial de República de China, se interpreta como el rechazo de la integración futura en China. El referéndum independentista está acompañado de otro propuesto por el KMT, sobre el ingreso en la ONU bajo el nombre de República de China, en el que se subraya que Taiwán no es parte de la República Popular China pero que no excluye una futura unión en democracia.
Barcos de guerra estadounidenses patrullan las aguas cercanas a Taiwán para disuadir a China de un ataque militar. La ley electoral taiwanesa exige una participación del 50 por ciento del electorado para que los resultados de un reférendum sean válidos. El resultado de los referendos no tendrá efectos inmediatos en el ingreso de la isla en la ONU, ya que la decisión depende de los países miembros y China, que se opone, tiene poder de veto.
