BOGOTÁ.— El ministro de Defensa Juan Manuel Santos descartó hoy que las relaciones con Quito se deterioren por la muerte de un hombre, supuestamente ciudadano ecuatoriano, durante el operativo militar de Colombia en que cayó un alto jefe de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Yo esperaría que no, que no se enrarecieran (las relaciones bilaterales), se aclare el asunto y seguimos adelante cooperando en la lucha contra el terrorismo, que es lo más le conviene a las dos naciones", dijo el secretario de Estado en entrevista con radio Caracol.
Indicó que espera que en el transcurso de la jornada lleguen desde Ecuador las fichas con las huellas dactilares para identificar plenamente el cadáver de un hombre, que permanece en el Instituto de Medicina Legal de Bogotá desde el 1 de marzo, cuando se realizó el operativo en que murió Luis Devia, alias "Raúl Reyes", uno de los siete directivos de las FARC.
"Inclusive si no es así (y la identidad resulta siendo de otro sujeto), vuelvo y repito: Cualquier persona que esté en un campamento de terroristas, toma un riesgo muy, muy alto porque es un objetivo militar legítimo. Yo no entendería que Ecuador pusiera problemas por este hecho", aseguró el ministro.
En la misma jornada del operativo, el cadáver de Reyes y del otro hombre fueron trasladados por el ejército desde el campamento rebelde, en territorio ecuatoriano en una zona cercana a la frontera con Colombia, hasta Bogotá, certificándose la identidad del jefe rebelde, pero no la del segundo sujeto, inicialmente dado por las autoridades colombianas como otro miembro de las FARC.
Ante versiones de parientes de esa segunda persona, basados en fotos publicadas en la prensa, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró el sábado que su país emprenderá una nueva "lucha diplomática" contra Colombia en caso de confirmarse la muerte del quiteño Franklin Aizalia, cuyo cadáver sería el que reposa en la morgue de Bogotá.