BRASILIA.- La oposición le exigió hoy formalmente al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que levante el secreto que rige sobre los gastos con tarjetas de crédito oficiales que usan tanto él como su esposa y otros familiares.
Líderes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) entregaron el pedido oficial ante el Palacio presidencial de Planalto y afirmaron que esas informaciones deben ser entregadas a una comisión parlamentaria que investiga si ha habido abusos en el uso de tarjetas por parte de funcionarios del Gobierno.
"Está llegando la hora de la verdad y es necesario esclarecer las cuentas de todos los ministerios y organismos del Estado", dijo el senador socialdemócrata Arthur Virgilio do Carmo, miembro del grupo parlamentario.
La oposición había pedido informalmente que sea levantado el secreto sobre los gastos del presidente y sus familiares, pero el Gobierno se negó bajo el alegato de que están revestidos de sigilo por cuestiones de seguridad.
Según do Carmo, si el Gobierno niega el pedido formal presentado hoy, “la opinión pública sabrá quién es que el que no quiere que se sepa la verdad". La investigación parlamentaria abarca desde 1999, cuando fueron adoptados esos instrumentos de crédito, con la intención de dar más "transparencia” al gasto oficial.
Incluye así parte del segundo mandato presidencial de Fernando Henrique Cardoso y toda la gestión de Lula, quien asumió el poder por primera vez en enero de 2003 y fue reelegido en 2006 para un segundo mandato de cuatro años.
Entre quienes entregaron la solicitud estaban los diputados Raúl Jungmann y Paulo Renato Souza, quienes fueron ministros en la administración de Cardoso y también exigieron que sean revelados sus gastos con tarjetas de crédito mientras estuvieron en el gobierno.
Lo mismo hizo la víspera el propio Cardoso, quien aseguró que ni él ni su esposa, Ruth Vilaça Correia Leite Cardoso, tienen “nada que temer” y retó a Lula a seguir su ejemplo.
Esta semana la oposición y el oficialismo tuvieron duros choques verbales, después de que la Presidencia admitió que se “filtraron” a la prensa informaciones confidenciales, que estaban en manos del Gobierno, sobre supuestas irregularidades en el uso de tarjetas de crédito durante la gestión de Cardoso.
El ministro de Relaciones Institucionales, José Mucio, admitió el hecho, lo consideró “extremadamente grave” y aseguró que se inició una investigación al respecto, aunque eso no bastó para tranquilizar a la oposición.
La investigación parlamentaria se inició tras informes oficiales en los que se dice que los gastos con esas tarjetas aumentaron 127 por ciento el año pasado en relación con 2006 y sumaron 75 millones de reales (unos 44 millones de dólares).
Por ese asunto, en febrero pasado dimitió la entonces ministra de Igualdad Racial Matilde Ribeiro, quien reconoció que usó la tarjeta para alquilar vehículos en días festivos y hacer compras en tiendas libres de impuestos de un aeropuerto.