WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió hoy los avances en materia política y de seguridad registrados en los últimos meses en Irak, e insistió en la necesidad de que se mantenga el despliegue militar en el país, aunque no especificó en qué medida.
"La normalidad está volviendo a Irak", aseguró el mandatario en un discurso en el museo nacional de la Fuerza Aérea, en Dayton, en el estado de Ohio.
Bush afirmó que el crecimiento y el entrenamiento del ejército iraquí está permitiendo que asuma funciones antes requeridas de los estadounidenses, y puso como ejemplo la "valiente" decisión esta semana del primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, de perseguir a los insurgentes en Basora con sus propias fuerzas de seguridad.
El presidente estadounidense decidirá en abril cuál será el siguiente paso en la intervención estadounidense, después de que el jefe de las fuerzas sobre el terreno, el general David Petraeus, y el embajador en Irak, Ryan Crocker, informen al Congreso sobre la evolución de los acontecimientos.
Bush se reunió esta semana con la cúpula militar en Irak, y ya dio indicios de que podría no seguir reduciendo las tropas estadounidenses. Hoy aseguró ser consciente de que los progresos en Irak son "reales, son sustanciales, pero son reversibles".
"Por eso el principio detrás de mi decisión sobre nuestros niveles de tropas será asegurar que tengan éxito en Irak", sentenció.