LA PAZ.- La dimisión de Álex Contreras, hasta ahora portavoz del presidente Evo Morales y considerado uno de sus hombres de confianza, ha destapado “pugnas internas” en el seno del Gobierno de Bolivia, coincidieron hoy analistas y medios de comunicación.
"Señales de fractura en el entorno de Morales”, “crisis en el oficialismo” o “pugnas en el Ejecutivo” son algunos de los titulares que emplearon los medios de comunicación para interpretar una dimisión que añade más incertidumbre a la ya complicada situación política de Bolivia.
Por su parte, el Movimiento al Socialismo (el partido de Morales) negó hoy la existencia de luchas entre los miembros del Gobierno, aunque pidió explicaciones a Contreras sobre los verdaderos motivos de su renuncia.
De forma sorpresiva, el “vocero” presidencial anunció el martes su dimisión, con la lectura de una carta ante los medios de comunicación en la que señaló que el Gobierno necesita “un golpe de timón” y alertó sobre “los enemigos internos que se han convertido en un obstáculo al proceso de cambio".
Horas más tarde, el presidente Morales aceptó la renuncia del que ha sido uno de sus más fieles colaboradores, con unas declaraciones también sorprendentes, al acusar a Contreras de “divertirse mucho” y de “mentir” en su carta de dimisión.
El aviso de Contreras sobre los “enemigos internos” al proceso de cambio en Bolivia se ha entendido como síntoma de división en el Ejecutivo, en cuyo interior existirían grupos enfrentados o pugnas entre los ministros más cercanos al presidente.
Según el diario La Prensa, hay dos tendencias en el Gobierno: el grupo de los “tecnócratas” o “intelectuales” liderado por el vicepresidente, Álvaro García Linera, y el ministro de Presidencia, Juan Ramón Quintana; y la corriente “indigenista” que abandera el canciller, David Choquehuanca, y en la que se sitúa a Contreras.
Este periódico, que citó fuentes del partido oficialista, aseguró que Morales en los últimos meses ha relegado a los indigenistas en favor de los tecnócratas, lo que ha generado un fuerte malestar en los primeros.