LA HABANA.- Un centenar de cubanos y colombianos oraron este miércoles en una misa en La Habana por la salud y la libertad de la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, rehén de las FARC, constató un periodista de la AFP.
"Queremos pedirle a Dios que mueva los corazones de los que la tienen secuestrada a ella para que la liberen o permitan entrar a los médicos", dijo el sacerdote colombiano Noel Mojica, poco antes de comenzar el oficio en el templo de La Merced.
"Estamos angustiados, no sabemos nada de ella, sabíamos que estaba muy enferma, nos preocupa su salud y la solidaridad, porque está tremendamente sola y angustiada", dijo Mojica, de 71 años, 15 de ellos en Cuba atendiendo a los presos cubanos y extranjeros con dispensa oficial.
"Tenemos un dolor muy grande por lo que pasa, por Ingrid, por todos los secuestrados, estamos orando por Colombia", añadió el religioso, que agradeció el apoyo recibido de la iglesia cubana y del cardenal Jaime Ortega.
La misa fue convocada por un grupo de activistas colombianos residentes en Cuba, "Tejedores de Paz", que mantienen contacto con unas 200 personas que forman la comunidad colombiana en La Habana.
"Venimos realizando en esta iglesia unas misas por la paz del país, el retorno de los secuestrados, por la aparición de los desaparecidos, e Ingrid es un símbolo de los secuestrados", dijo el abogado y periodista Alvaro Jacome, coordinador del grupo.
"Convocamos a los colombianos y a los cubanos que quieran acompañarnos" pues es necesario aunar "la voluntad, la energía y la participación de la gente que todavía se sensibiliza", dijo Jacome, que reside en la isla hace 25 años.
La percepción del conflicto colombiano está cambiando en Cuba, país que sirve de sede para las conversaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), advirtió.
La franco colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC en febrero de 2002 y en su poder desde entonces, integra un grupo de 39 rehenes que la insurgencia quiere canjear contra 500 guerrilleros presos.