WASHINGTON.- El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, condenó hoy los actos de violencia registrados en Haití por el alza del precio de los alimentos, e instó a los haitianos a que se abstengan de "cualquier acción" que pudiera socavar el progreso socioeconómico logrado hasta ahora por el país.
El titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó así su preocupación por la crisis que vive la nación por el alto coste de la vida y que ha dejado cinco muertos.
En este sentido, urgió a los ciudadanos haitianos a mantener el estado de derecho y la calma para no poner en peligro los avances conseguidos hasta el momento en materia social y económica.
La OEA ha sostenido reuniones con el Grupo Asesor para Haití del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU y el Grupo de Amigos de Haití del organismo interamericano para analizar la situación en el país y para encontrar mecanismos apropiados para proveer ayuda "urgente” a la nación caribeña.
Insulza valoró la ayuda prometida por varios países miembros para aliviar las tensiones en Haití, e instó a las autoridades haitianas y agentes de la sociedad civil a que trabajen juntos para resolver el actual “obstáculo,” con el fin de sacar adelante a la nación.
El máximo responsable de la OEA reiteró, además, su compromiso con Haití para continuar proporcionando la asistencia necesaria a la población y en especial a los más pobres.
La crisis que vive Haití se agravó el martes cuando miles de personas tomaron las calles de la capital de Haití, Puerto Príncipe, en protesta por los elevados precios de los productos de consumo masivo.
La protesta se tornó violenta en el centro de la capital, donde comercios y bancos fueron saqueados y destruidos, y un vehículo militar de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) fue incendiado.
La ola de protestas en varios puntos de Haití en la última semana se ha cobrado la vida de cinco personas y ha puesto en aprieto al presidente René Preval.
El mandatario haitiano anunció el miércoles un programa de subvención para la producción local de arroz, leche y huevos para intentar contener la elevada inflación, detonante de las manifestaciones, que se han extendido a la frontera con República Dominicana.
No obstante, el Senado ha pedido la renuncia del primer ministro, Jacques Edouard Alexis, quien hasta el momento no se ha pronunciado.
