BUENOS AIRES.- Buenos Aires se mantenía el jueves cubierta de humo por incendios forestales en una zona costera al noreste de la ciudad, lo que llevó al Gobierno argentino a limitar el tránsito en carreteras mientras millones sufrían de ojos irritados y molestias respiratorias.
Por la noche, el humo penetró en los hogares haciendo imposible eludirlo, mientras que desde edificios altos Buenos Aires se ve envuelta en una nube y en el aeropuerto de la ciudad los aviones aterrizaban por instrumentos.
Distintos especialistas dijeron en la mañana del jueves que el humo no es tóxico porque se trata de combustión de elementos orgánicos y que no habían crecido las consultas en los hospitales de la ciudad, aunque sí es más riesgoso para personas con problemas respiratorios.
Sin embargo, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo que las mediciones ambientales en algunos distritos ya marcan "un alto grado de monóxido de carbono en el aire" y acusó a productores agropecuarios de provocar el incendio de 70.000 hectáreas de pastizales.
"Estamos ante un desastre provocado por la mano del hombre con consecuencias lamentables. Los responsables, no hay dudas, son algunos productores agropecuarios que están demostrando un gran desinterés por la comunidad", dijo Randazzo a Radio Mitre.
"La quema se realiza para renovar pastizales para ganadería a bajo costo", añadió.De acuerdo con las autoridades, la gigantesca pared de humo causó numerosos accidentes viales en los que perdieron la vida 9 personas, y dejaron 70 heridos graves.
Dos grandes carreteras debieron ser cortadas parcialmente por razones de seguridad, las filas de automóviles llegan a tener hasta 18 kilómetros de largo, y el puerto de Buenos Aires fue cerrado para el transporte de carga en dirección al norte del país, al igual que la terminal de buses para esa zona.