LA PAZ.- El gobierno del presidente Evo Morales levantó el veto a la exportación boliviana de aceite comestible de soja y girasol, pero con la condición de mantener un precio tope para el mercado interno, según un decreto difundido este sábado.
La norma sustituye a la aprobada el 19 de marzo, que prohibió la exportación de aceite comestible debido al alza de su precio en el mercado local, una medida resistida por empresarios agroindustriales que, incluso, organizaron manifestaciones en rechazo a esa disposición gubernamental.
El nuevo decreto establece que se podrá exportar aceite comestible de soja y girasol si el precio en el mercado boliviano no supera los 10,90 bolivianos (1,5 dólares) el litro para el aceite al pormenor y 12,99 bolivianos (1,75 dólares) para el litro envasado.
"El Decreto establece la liberación de la exportación de aceite, tanto de soya como de girasol, cuando se verifique que los empresarios abastezcan al mercado interno a precio justo", informó la ministra de Desarrollo Rural, Susana Rivero.
No obstante, la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (este), donde están las fábricas de aceite, calificaron a la medida como "peligrosa" porque va en contra de las leyes del mercado y genera inestabilidad, según lo comunicaron a través del diario El Deber.
El martes pasado, el presidente Morales advirtió con nacionalizar tres empresas privadas productoras de oleaginosas de capitales peruanos, estadounidenses y bolivianos, si persistían en no abastecer el mercado interno de aceite comestible.
La producción de aceite en Bolivia está en manos de las empresas Administración SAO (de la corporación norteamericana Ar Cher Daniel Midlands), Industrias del Aceite (del grupo peruano Romero) e Industrias Oleaginosas (del grupo boliviano Marinkovic), de Branko Marinkovic, presidente del opositor comité civil-empresarial de Santa Cruz.
Las tres empresas exportan a los mercados andinos, Argentina y Japón, por un monto de alrededor de 200 millones de dólares anuales.