NANTES.- Dos niñas de tres y cuatro años murieron al ser arrastradas por un poni al que estaban atadas con una cuerda en la localidad francesa de Frossay, informaron hoy fuentes de Gendarmería.
Las pequeñas jugaban el sábado por la tarde, sin vigilancia por parte de un adulto, en un campo donde se encontraba un poni habituado a la presencia de niños.
Las menores encontraron una cuerda con la que se ataron entre ellas y al arnés del animal.
"Por una razón indeterminada", el poni se desbocó y arrastró a las víctimas por un terreno muy accidentado, informaron fuentes policiales.
Un vecino, testigo de la escena, intervino para cortar la cuerda y liberar a las dos niñas. Una de ellas, con un paro cardiorrespiratorio, no pudo ser reanimada por los servicios de emergencia y murió en el lugar.
Su madre se encontraba en una casa vecina para vigilar a un bebé cuyos padres habían ido a un funeral. Éstos también le habían confiado sus otros dos hijos, uno de ellos la segunda pequeña que se ató al animal y que murió en el hospital de Nantes en la madrugada del domingo.
Las familias de las pequeñas tuvieron que ser atendidas psicológicamente mientras los gendarmes trataban de esclarecer las circunstancias del drama.
"Desconocemos durante cuánto tiempo las niñas fueron arrastradas por el poni", declaró un gendarme a la agencia AFP, que definió el suceso como "un conjunto de circunstancias desgraciadas".
El animal no presentaba a priori ningún peligro, aunque los investigadores tampoco excluyeron una "negligencia" de la madre al ocuparse de los niños.