Escándalo con travestis involucra a Ronaldo

RIO DE JANEIRO.- Era lo último que necesitaba Ronaldo: en medio del doloroso proceso de recuperación de la operación a la rodilla derecha, el delantero del Milan italiano está involucrado en un escándalo con travestis en su propio país.

El incidente, que según el propio "Fenómeno" podría representar "el fin" de su carrera profesional, está siendo investigado por la policía de Río de Janeiro, que por ahora tiende a creer que el futbolista ha sido víctima de una extorsión.

El protagonista del escándalo es el travesti André Albertino, quien prefiere presentarse como "Andréia Albertine", y conoció a Ronaldo en la noche del domingo pasado en una discoteca de Río.

El futbolista invitó a "Andréia" a acompañarlo a un hotel de encuentros, y le sugirió que invitara a otras dos "amigas". A partir de ahí, las historias son discrepantes.

"Andréia" afirmó a la policía que los cuatro consumieron drogas en la habitación del hotel, que Ronaldo exhortó a sus dos "compañeras" a desplazarse a la favela Cidade de Deus para comprar más drogas, y que luego, ante la demora de ambas en regresar, se negó a pagar por la cita y llegó a formularle amenazas.

El travesti aseveró que Ronaldo entregó los documentos de su automóvil a sus dos "compañeras", como "garantía" de que aguardaría su regreso en el hotel.

Jugador niega estar involucrado

Ronaldo, a su vez, negó tajantemente las acusaciones. En un comunicado, asistentes del delantero enfatizaron que "el atleta jamás consumió drogas", aunque no niega la cita en el hotel.

A la policía, el delantero dijo que se sentía "tenso" por la operación en la rodilla a la que se sometió en febrero, y que buscaba "relajarse" disfrutando de una noche de sexo con personas que no conocía.

Además, sostuvo que ignoraba que sus tres "compañeras" eran travestis, y que al enterarse desistió del encuentro y propuso pagar el equivalente a 600 dólares a cada una como compensación.

Según el jugador, "Andréia" rechazó la oferta y amenazó con armar un escándalo en caso de que no recibiera 30.000 dólares. Además, se llevó los documentos de su vehículo.
Fuentes policiales revelaron que, al ser indagado sobre el caso en la comisaría, Ronaldo hizo evidente su preocupación. "Esto puede ser el fin de mi carrera", habría dicho.

El comisario Carlos Alberto Nogueira abrió dos procesos paralelos de investigación, uno sobre la denuncia de "Andréia Albertini" y otro sobre la sospecha de extorsión a Ronaldo.
Al menos por ahora, Nogueira tiende a creerle al jugador, en primer lugar porque, según afirmó, Ronaldo no revelaba señales de que estuviera bajo el efecto de alcohol o drogas, y además el travesti "se fugó" de la comisaría apenas hubo mención a la posibilidad de una extorsión.

"La droga no apareció, y ese es otro indicio de que la versión de Ronaldo puede ser verdadera, porque él no parecía estar borracho", expresó el policía.

Sea como fuere, el escándalo puede tener consecuencias, incluso para la vida personal del "Fenómeno", quien desde el año pasado mantiene una relación amorosa estable con María Beatriz Antony, una bella ingeniera de 23 años que hasta 2006 era la pareja del piloto de Fórmula 1 Nelson Angelo ("Nelsinho") Piquet, compañero del español Fernando Alonso en Renault.

De hecho, Bia Antony -como es más conocida- comparte con Ronaldo su casa en Milan, y a comienzos de este mes acompañó al delantero en su viaje a Río, destinado a completar el proceso de recuperación de la cirugía realizada el 12 de febrero. Hasta ahora, se ignora cómo el escándalo afectará la relación.

También se ignora si el incidente con los travestis tendrá o no influencia sobre la decisión de Ronaldo de reanudar su carrera.

El domingo, poco antes de irse a la discoteca donde conoció "Andréia", Ronaldo envió mensajes ambiguos sobre ese tema.

Por una parte, el delantero de 31 años aseguró que su proceso de recuperación "marcha muy bien", pero, al mismo tiempo, al comentar el reciente retiro de otro ídolo del fútbol brasileño, Romario, el "Fenómeno" afirmó que "el momento de parar llega para todos", y concluyó: "Dentro de poco estará llegando el mío". ¿Profético?