BAGDAD.- El ejército estadounidense anunció este martes una nueva reducción de 3.500 hombres de su contingente en Irak a pesar de los combates contra las milicias chiitas en Bagdad y un aumento de la tensión con Irán.
Desde el lunes cuatro personas murieron y 12 resultaron heridas, según fuentes médicas, en enfrentamientos con los milicianos chiitas del jefe radical Moqtada Sadr en su bastión de Ciudad Sadr, en el noreste de Bagdad.
La comandancia estadounidense indicó en un comunicado que una nueva brigada de 3.500 efectivos será retirada del teatro de operaciones iraquí.
Los 3.500 soldados de la 3a división de infantería estarán de regreso a su base, en Fort Benning, en Georgia (EEUU), "en las próximas semanas", precisó.
Se trata de la tercera retirada de este tipo desde que el Presidente estadounidense, George W. Bush, anunció en setiembre de 2007 que haría regresar parte de los refuerzos desplegados en Iral el año pasado.
La retirada que empezó en diciembre será de cinco brigadas y debe terminarse en julio, tras lo cual se evaluará la eventualidad de nuevas reducciones.
Con las recientes reducciones el contingente estadounidense en Irak quedó en 156.000 soldados, precisó la comandancia militar.
Desde finales de marzo los encarnizados combates en Ciudad Sadr dejaron 900 muertos.Los responsables estadounidenses afirman que no combaten al jefe radical Moqtada Sadr sino a "elementos indisciplinados" que no obedecen sus órdenes de cese el fuego.
Moqtada Sadr asegura por su parte que el gobierno del primer ministro iraquí Nuri al-Maliki y los estadounidenses quieren aniquilarlo antes de las elecciones cruciales de octubre que podrían permitir a su movimiento reforzar su influencia.
Los estadounideses aseguran que estarían actuando "grupos especiales" armados, financiados y entrenados por los servicios iraníes, en particular la Fuerza al-Qods, cuerpo de élite de los Guardianes de la Revolución.
Para Teherán los combates actuales no son la buena manera para resolver la cuestion de la milicias y vuelven inútil el diálogo abierto con Estados Unidos sobre las cuestiones de seguridad en Irak.
"Asistimos actualmente a bombardeos estadounidenses y a la masacre de los iraquíes", declaró el portavoz de la cancilleriá iraní, Mohammad Ali Hosseini.
"En esas condiciones las discusiones no darán ningún resultado y no tienen sentido", agregó.
