WASHINGTON.- Barack Obama y Hillary Clinton enfrentaban el hoy pruebas cruciales en su pelea por la Casa Blanca, mientras los votantes de Indiana y Carolina del Norte comenzaban a emitir sus votos en las últimas contiendas demócratas.
Los dos estados, con 187 delegados en juego entre ambos para la convención de nominación de agosto, son los mayores premios pendientes en la ajustada carrera para ver quién será el candidato del partido en la elección presidencial de noviembre.
Luego del hoy, sólo quedarán seis de las contiendas estado por estado.
"Las apuestas son elevadas y las consecuencias son enormes", dijo Clinton a seguidores el lunes por la noche en una estación de bomberos en New Albany, Indiana.
Los comicios en ambos estados comenzaron a las 07.00 hora del este, y su cierre está programado para las 19.00 hora del este en Indiana y las 19.30 hora del este en Carolina del Norte, con los resultados previstos para poco después.
En las últimas semanas, Clinton ha reducido la ventaja de Obama en Carolina del Norte a dígitos únicos en la mayoría de las encuestas. Ambos están más cerca en Indiana, en donde la senadora de Nueva York tiene un ligero liderazgo.
"Obviamente, esperamos que nos vaya lo mejor posible, pero, saben, comenzamos bastante atrás", manifestó Clinton el lunes por la noche. "Nunca me siento confiada, simplemente trato de hacer lo mejor que puedo", agregó.
Obama, senador de Illinois, tiene una ventaja casi inconquistable en delegados comprometidos que ayudarán a elegir al nominado demócrata para enfrentar en noviembre al republicano John McCain.
Si Obama gana el martes tanto en Indiana como en Carolina del Norte, ello pondría fin a las esperanzas de Clinton de superarlo, tanto en cantidad de delegados como de votos populares obtenidos en la batalla para la nominación, y desataría una nueva oleada de pedidos para que la senadora y ex primera dama se haga a un lado.
La victoria de Clinton en ambos estados podrían alimentar las dudas sobre la aptitud de Obama para ser elegido y persuadir a algunos superdelegados -delegados con libertad de respaldar a cualquier candidato en la convención de nominación- a acercarse a ella.
Ninguno puede ganar suficientes delegados para dominar la carrera antes del fin de la votación, el 3 de junio, por lo que la decisión recaerá sobre los cerca de 800 superdelegados.
Una decisión dividida dejará la carrera sin cambios frente a las últimas seis contiendas, con 217 delegados en juego.