WASHINGTON.- La estrategia tradicional que se aplica en la lucha para neutralizar la epidemia del sida tiene poco efecto en África, afirmó un estudio realizado por científicos estadounidenses divulgado hoy por la revista Science.
Esos métodos de prevención incluyen el uso del condón, las pruebas del VIH, el tratamiento de otras infecciones venéreas, las vacunas y la abstinencia sexual.
Además, ciertas presunciones en las que se apoya esa estrategia, como que la pobreza y la guerra serían las causas principales del sida en África, no tienen un respaldo rigurosamente científico, afirman los científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y de la Universidad de California.
En cambio, señalan que es posible que se logre un mejor impacto con intervenciones que actualmente atraen menos atención y recursos: la circuncisión y la reducción de parejas sexuales.
"Pese a las relativamente grandes inversiones en el esfuerzo para prevenir el sida, incluso un gasto considerable en los países más afectados (como Sudáfrica y Botswana), está claro que debemos mejorar nuestros esfuerzos para reducir la incidencia de nuevas infecciones de VIH", señalan los científicos.
"Necesitamos un cambio bastante considerable en las prioridades, no una ligera modificación", indicó Daniel Halperin, experto en salud internacional y uno de los autores del estudio.
La epidemia del sida se ha generalizado en todo el mundo, pero afecta con mayor fuerza a África y en nueve países del sur de ese continente más del 12 por ciento de los adultos están infectados con el VIH.
Según los científicos, la transmisión del VIH se concentra en los trabajadores sexuales, los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres y que también se inyectan drogas.
Agregan que en algunas partes de África el VIH se ha propagado más allá de esos grupos de alto riesgo y se ha generalizado entre personas que tienen múltiples parejas sexuales.
Halperin y el grupo investigador señalan que aunque las estrategias actuales de prevención tienen valor en algunos casos, no son tan efectivas para evitar la transmisión del virus como la circuncisión masculina y la reducción de las parejas sexuales.