MYANMAR.- La Junta Militar de Birmania prohibió el acceso a las zonas afectadas por el ciclón Nargis, en el delta del río Irrawaddy, a todos los medios de comunicación locales y cualquier extranjero, informaron hoy fuentes de la disidencia.
El régimen quiere evitar así que salgan imágenes y relatos de la devastación y la situación de los damnificados por la tormenta, cuyo saldo mortal es hasta ahora de casi 32.000 fallecidos y unos 30.000 desaparecidos, según los datos oficiales.
Sin embargo, la ONU calcula entre 63.000 y 102.000 muertos, más de 220.000 personas en paradero desconocido y cerca de dos millones de afectados.
Testigos citados por el exilio birmano en Bangkok dijeron que las fuerzas de seguridad han montado numerosos controles a lo largo de la carretera que lleva al delta y si un extranjero quiere pasar, debe disponer de un permiso expreso para ello.
Por su parte, cualquier birmano debe presentar documentos que demuestren que reside o tiene familiares en las zonas afectadas.
Al menos 20 cooperantes locales que transportaban comida y medicinas para los damnificados tuvieron que regresar ayer a Rangún, después de que un puesto del Ejército les rechazase por no disponer de la autorización del comandante militar pertinente.
La Junta Militar acepta la llegada de ayuda pero no quiere a los cooperantes extranjeros, e insiste en que sean sus propios funcionarios los encargados de repartir el material de emergencia.