LIMA.- Un general que integró el alto comando del Ejército de Perú acusó el miércoles al ex presidente Alberto Fujimori de haber dirigido a un escuadrón de la muerte que durante su gobierno (1990-2000) llevó a la práctica una "política de guerra sucia y de terrorismo de Estado".
En una nueva audiencia del juicio a Fujimori por violación de los derechos humanos, el general en retiro Rodolfo Robles subrayó que el denominado Grupo Colina, autor de matanzas en la década pasada, era la expresión de un "poder oculto y de terrorismo de Estado para responder al terrorismo de la agrupación maoísta Sendero Luminoso".
El oficial, quien reveló la existencia de ese grupo de aniquilamiento en 1993, detalló que el escuadrón era manejado por el ex presidente y por su ex asesor, el encarcelado Vladimiro Montesinos, quien dirigía los servicios secretos.
Su revelación de la existencia de ese escuadrón le valió ser destituido del Ejército, razón por la que vivió asilado un tiempo en Argentina.
Robles, sin embargo, exoneró de responsabilidades al Ejército al asegurar que como institución no estaba implicado en los crímenes de Colina y que la alta oficialidad desconocía su existencia porque actuaba en forma clandestina.
"El ejército repudia las acciones de ese grupo que actuaba con cobardía, vesanía, nocturnidad y ventaja absoluta", refirió en la audiencia, mientras el ex presidente a ratos era vencido por el sueño.
Fujimori es sindicado por la fiscalía de ser autor intelectual de las matanzas de Barrios Altos en 1991 y de la Universidad La Cantuta en 1992, que dejaron 25 muertos en el momento más álgido del conflicto interno peruano.
Robles denunció ante los miembros del tribunal que juzga a Fujimori que en los últimos días, luego de que empezó a dar su testimonio en el juicio, dos vehículos comenzaron a realizar acciones de seguimiento contra sus familiares.
Estos seguimientos se centraron en uno de sus nietos, de ocho años, a quien se tomó fotografías.
"No hay derecho de que se realicen actos de amedrentamiento y que amenacen la vida de mi nieto para que calle mis denuncias", se quejó el oficial ante los jueces durante el proceso que es televisado en directo.
Robles descartó que las amenazas y seguimientos sean ejecutados por los servicios de inteligencia y dijo que estas acciones procederían de sectores vinculados a Fujimori, que se han visto incómodos con su testimonio.
El fiscal José Peláez, quien ha pedido que se condene al ex mandatario a 30 años de cárcel, de inmediato demandó al tribunal que se pida al ministerio del Interior que brinde seguridad al testigo.