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Al menos 254 víctimas han sido rescatadas con vida entre los escombros

La última víctima rescatada viva hoy fue Li Lingcui, de 61 años, salvada de entre los escombros de un mercado de verduras de la ciudad de Beichuan, donde el desastre causó al menos 12.000 muertes.

19 de Mayo de 2008 | 07:08 | EFE

BEIJING.- Al menos 254 personas han sido rescatadas con vida entre los escombros desde que el terremoto de magnitud 8 grados en la escala de Ritcher asolara la provincia suroccidental de Sichuan, informó hoy la Oficina de la Administración de Estatal de Rescates.


La última víctima rescatada viva hoy fue Li Lingcui, de 61 años, salvada de entre los escombros de un mercado de verduras de la ciudad de Beichuan, donde el desastre causó al menos 12.000 muertes, de una población de 120.000, según la cadena de televisión CCTV.


Wang Fazhen, de 50 años, había sido sacada poco antes de las ruinas de un edificio de viviendas de la Mina de Carbón de la localidad de Tianchi.


Más de 9.500 personas siguen aún sepultadas en toda la provincia, según el Gobierno, indicó hoy la agencia oficial Xinhua.


Según el vicegobernador de Sichuan, Li Chengyun, 36.563 personas fueron rescatadas de zonas de peligro y más de 4,5 millones fueron realojadas en refugios gubernamentales.


Los equipos militarizados de rescate chinos dependen de la Administración y están integrados por fuerzas estatales y de diversas provincias chinas y, por ejemplo, la ciudad de Pekín envió 370 bomberos, que en China son militares.


Los equipos extranjeros de rescate permitidos por China (Japón, Corea del Sur, Singapur y Rusia) trabajan desde el viernes, y los rusos encontraron a una mujer de 61 años a las 127 horas de quedar sepultada.


Según medios oficiales, numerosos rescatados en estado muy grave o con miembros amputados, han fallecido en centros sanitarios.


Una de las historias más dramáticas difundidas hoy es la de una mujer Gong Tian Xiu, de 46 años, empleada en el Banco de Agricultura de China en Beichuan, que permaneció sepultada 73 horas.


Gong dijo al "Nuevo Pekín" que estaba en casa cuando su marido la intentó arrastrar al baño, donde es conveniente refugiarse porque es pequeño y por lo tanto la estructura se sostiene mejor, y además hay agua, pero no lograron alcanzarlo.


Al caerse el edificio, quedó encajonada en una grieta con una pierna aprisionada y consciente. Junto a ella, su marido la protegió con sus brazos durante tres días, pero murió.


Bebiendo su orina, con mucho dolor y forzándose a pensar en su hijo que acaba de graduarse en la Universidad, se hizo un corte con un ladrillo en la pierna derecha aprisionada y tomó su propia sangre durante dos días para sobrevivir.


En medio de la oscuridad, oyó la voz de su jefe y gritando pudo comunicarse con él, que a través de una grieta le pasó dos botellas de agua pero aún hubo de pasar otra noche para que el equipo de rescate de la provincia vecina de Saanxi, abriera el hueco que permitió la entrada de la mano de un soldado.


"Le pedí un cuchillo para cortarme la pierna y salir, lo único que quería. Me costó mucho a pesar de que estaba machacada. Necesité también una tijera", declaró al diario.


Su hijo contó también al periódico que su madre, cuya vida no corre peligro, es muy valiente y hace años se enfrentó a unos atracadores.


Por otra parte, ningún militar ha muerto en las tareas de rescate, según Ma Jian, subdirector del departamento de combate del Estado Mayor del Ejército de Liberación Popular de China.

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