BUENOS AIRES.- Las cuatro organizaciones de productores rurales del país resolvieron el lunes levantar a partir del miércoles su huelga contra un nuevo sistema de gravámenes a las exportaciones de granos, en señal de buena voluntad para encontrar una salida al conflicto.
"Hemos decidido levantar a partir de la cero horas (la medianoche) del día miércoles la no comercialización de granos", dijo en rueda de prensa el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías.
La medida de fuerza se había retomado el 7 de mayo al no prosperar las negociaciones con el gobierno de Cristina Fernández por un nuevo sistema de retenciones móviles a las exportaciones de soja y girasol, que rechazan los productores por considerarla una medida confiscatoria.
El gobierno había puesto como condición para retomar las conversaciones que las entidades rurales suspendieran la huelga.
"Esperemos que el gobierno no defraude y que a partir del miércoles se retome el diálogo", advirtió el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.
La semana pasada el campo había optado por extender la prolongada protesta hasta el miércoles, lo que amenazaba con paralizar la exportación de granos de uno de los mayores proveedores agropecuarios del planeta.
Pero, en medio de una gran presión social para que la crisis terminara, los productores anunciaron el levantamiento de la suspensión de ventas de granos.
Entre las presiones a los productores, una encuesta de la consultora Ricardo Rouvier realizada a 850 personas reveló que un 73 por ciento quiere que "el conflicto se arregle pronto" y un 40 por ciento culpa a ambas partes por la falta de acuerdo.
La protesta contra un nuevo esquema impositivo para las exportaciones a los granos -que implicó un aumento de la tasa sobre el mayor cultivo del país, la soja- paralizó la economía en el interior del país y generó un clima negativo en los mercados financieros locales.