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Aviones no tripulados de EE.UU. explorarán huracanes

Investigadores esperan apender algo más sobre qué mueve a las gigantescas tormentas.

26 de Mayo de 2008 | 16:06 | Reuters

MIAMI.- Investigadores de Estados Unidos están impulsando este año el uso de aviones no tripulados a control remoto para penetrar en el corazón de los huracanes atlánticos, con la esperanza de aprender más sobre qué mueve a las gigantescas tormentas.


Las naves a control remoto volarán desde la isla de Barbados, en el este caribeño, porque las autoridades de aviación estadounidenses no permitirán la salida desde su territorio por temor a que puedan poner en peligro a otros aviones.


Los investigadores de tormentas confían en que sus aviones, que se asemejan a las naves de aeromodelismo, pero que pueden ser controlados por satélites, les darán una imagen más completa del centro de los huracanes.


Los aviones pueden volar hacia el ojo de la tormenta a apenas 91 metros por sobre el nivel de la superficie del mar y enviar de regreso un flujo constante de registros de temperatura, presión, viento y humedad.


"Puede obtener mediciones que no lográbamos conseguir de otra manera", dijo Joe Cione, un investigador meteorólogo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense.


"Dicha área de la tormenta es crónica porque es donde están el máximo de los vientos. Nos dará un mejor entendimiento de dónde se extrae la energía del mar", agregó.


Fabricado por la australiana Aerosonde Pty Ltd., y con un valor de entre 50.000 y 80.000 dólares, la nave no tripulada mide apenas 2,1 metros de largo, tiene 2,7 metros de extensión de ala, y pesa sólo 12,7 kilogramos.


Los aviones son mucho más pequeños y menos sofisticados que los utilizados por el Ejército estadounidense en las zonas de guerra.


Impulsados por un pequeño motor de 24 centímetros cúbico y un propulsor único, pueden volar a aproximadamente 113 kilómetros por hora y cubrir unos sorprendentes 3.220 kilómetros con un tanque de apenas 2,5 litros de combustible, dijo Cione.


Las naves son catapultadas o lanzadas desde un vehículo en movimiento, y se los vuela inicialmente empleando una palanca de mando antes de transferir el control a una computadora portátil y luego al satélite.


A diferencia del avión cazador de huracanes tripulado empleado durante años para penetrar ciclones a alrededor de 3.048 metros, los Aerosonde volarán a unos pocos metros sobre el nivel del océano, en donde ocurre la transferencia de energía clave de la superficie marítima a la tormenta.


Un flujo continuo de datos promete una mejora inmensa sobre medidas esporádicas que los científicos han tomado durante años utilizando unos paquetes de instrumentos arrojados desde un avión que toman "imágenes instantáneas" al caer a través de la tormenta.