WASHINGTON.- La comunicación radial con Phoenix fue restablecida tras varias horas de interrupción por un "problema pasajero" en el orbitador Mars Reconnaissance (MRO), que permite enviar a Tierra las imágenes y datos que toma la sonda estadounidense en Marte, dijo el miércoles la NASA.
"El orbitador Mars Reconnaissance Orbiter recibió exitosamente información de Phoenix la noche del martes y la reenvió a Tierra", señaló la agencia espacial en un comunicado divulgado el miércoles por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de Pasadena, California (oeste), desde donde se controla la misión de la sonda Phoenix en el planeta rojo.
El problema fue resuelto, pero los científicos aún no saben cuál fue la causa del corte de emisiones de ondas UHF, agrega la nota.
Restablecida la comunicación, el equipo en Tierra recibió "imágenes y otra información recolectada por Phoenix durante el segundo día de la misión desde que se posó en Marte", señalaron funcionarios de la NASA, según quienes el MRO enviará más datos durante la jornada del miércoles.
La interrupción de las comunicaciones retrasó las maniobras de despliegue del brazo robótico de la sonda, en su inédita exploración del suelo del ártico marciano, en busca de indicios de formas de vida pasada o presente.
El brazo es similar a una excavadora mecánica y mide 2,35 metros desplegado. Es capaz de cavar hasta medio metro de profundidad a través del permafrost, una mezcla de hielo y suelo en una proporción de 70 y 30% respectivamente, como el del ártico terrestre.
La primera capa del suelo de Marte, formada de polvo, constituirá una buena muestra a escala del planeta rojo, dadas las fuertes tormentas que se producen regularmente en todo su conjunto, explicó la NASA.
Según funcionarios de la agencia espacial, la misión de Phoenix marcha hasta ahora sumamente bien, incluso a pesar del problema del martes con las transmisiones radiales.
"Phoenix funcionó extremadamente bien, más allá de nuestras expectativas, y se encuentra en perfecto estado", dijo el martes a la AFP Gary Napier, portavoz de Lockheed Martin Space Systems, filial del gigante aeroespacial, que construyó la sonda.
"Esperamos poder comenzar a cavar en el suelo marciano en aproximadamente una semana", cuando el brazo robótico haya sido desplegado, y luego de los dos días necesarios para programarlo, añadió Napier.
No obstante, los responsables de la misión en Pasadena decidieron utilizar también al segundo módulo orbital en suelo marciano, el Mars Odyssey (MOO), para enviar a la sonda Phoenix los comandos necesarios para realizar las tareas programadas para el miércoles.
Los científicos de la NASA quieren averiguar si el ártico marciano ha tenido alguna vez condiciones favorables para la vida microbiológica, para lo cual buscan un punto en el que la región se caliente y cambie a un suelo rico en agua con minerales que permitirían la vida.