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Referendos en Bolivia terminan sin disturbios graves

Se instalaron poco mas de 1000 mesas de sufragio en los distintos distritos amazónicos. En algunas hubo heridos.

01 de Junio de 2008 | 17:16 | Reuters

LA PAZ.- Ciudadanos de dos departamentos amazónicos bolivianos acudían el domingo, en un ambiente de tensión, a votar en sendos referendos por su autonomía, que desafían el cambio de Constitución prometido por el presidente izquierdista Evo Morales.

Las aproximadamente 1.000 mesas de sufragio instaladas en los distritos amazónicos de Beni y Pando comenzaron a cerrar a las 16.00 horas, tiempo local, y se esperaban para dos horas más tarde los primeras proyecciones de cadenas de televisión con encuestas en boca de urna.

Pero con la victoria del "Sí" asegurada para los estatutos de autonomía de ambos departamentos controlados por la oposición, el tema por definir era el grado de participación ciudadana, en unas consultas sin observadores internacionales.

Anuncios de resistencia se cumplieron parcialmente, con bloqueos de varias carreteras troncales y quemas de ánforas, que impidieron el funcionamiento de al menos 30 mesas de sufragio, en incidentes que según medios locales dejaron al menos tres campesinos heridos, seguidores del mandatario indígena.

Entre varios incidentes menores destacaron los ataques, con palos y petardos, perpetrados por jóvenes activistas pro autonomía contra sedes sindicales de campesinos e indígenas en Trinidad, capital de Beni.

Morales ha desautorizado por ilegales las consultas autonómicas amazónicas, como hizo con el primero de los referendos para aprobar un estatuto de autonomía, realizado el 4 de mayo en el departamento oriental de Santa Cruz, motor económico del país.

El desafío autonómico de la derecha, que ha logrado paralizar desde principios de año el proceso de puesta en vigencia de una nueva Constitución "plurinacional", se completará el 22 de junio con un referendo en el distrito sureño de Tarija, donde están las mayores reservas de gas natural del país.

"Pese a las provocaciones de grupos del Gobierno, ésta será una jornada de fiesta democrática", dijo a reporteros en Cobija, capital de Pando, el prefecto departamental Leopoldo Fernández, uno de los más radicales líderes de la derecha boliviana.

El prefecto beniano, Ernesto Suárez, expresó un optimismo parecido, que restó importancia a las movilizaciones anti-referendo que prevalecían en áreas rurales remotas.

En una disputa que tiene al calendario como factor clave, la derecha trata de poner en vigencia autonomías regionales antes de que Morales, un estrecho aliado del presidente venezolano, Hugo Chávez, logre "refundar" Bolivia con una nueva Constitución "plurinacional" y una economía regida por el Estado.

"Además del rechazo a la reforma agraria (...) la autonomía es también un deseo de debilitar la base de apoyo a Morales", dijo Kathryn Ledebur, presidenta de la Red Andina de Información, un centro de investigación con sede en Bolivia.

En su opinión, esas consultas regionales ahondarán una crisis complicada además por referendos revocatorios de mandatos del presidente y los prefectos de los nueve departamentos, convocados para agosto por iniciativa de la oposición.

Morales se mostró desafiante el sábado y dijo que, en vez de alentar referendos ilegales, los prefectos opositores deberían aceptar el reto de los plebiscitos revocatorios, "para que sea el pueblo el que decida quién se va y quién se queda".

El presidente indígena, cuyo respaldo político está concentrado en las sierras andinas, ha acusado a los opositores de impulsar las autonomías con el objeto de derrocarlo y favorecer a los latifundistas y empresarios agrícolas, que tienen el control político y económico de las tierras bajas orientales.

Unos 170.000 electores estaban habilitados para participar en los referendos de Beni y Pando, que representan en conjunto el 25 por ciento del territorio boliviano, pero suman apenas el cinco por ciento de los diez millones de habitantes del país.