MEDELLIN.- Las diferencias entre Estados Unidos y Venezuela volvieron a instalarse en una Asamblea General de la OEA este martes, cuando el canciller venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Washington de promover una "operación" para "llenar de violencia a la región", y sus palabras fueron rechazadas "categóricamente" por el representante estadounidense.
Maduro también acusó al subsecretario de Estado John Negroponte de ser un "funcionarillo con prontuario criminal" que intenta dividir a América Latina al insinuar que la guerrilla de las FARC se refugia en los países vecinos de Colombia.
En un contexto de tensiones entre Colombia y sus vecinos Ecuador y Venezuela, las declaraciones de Maduro atizaron un debate en el que Quito y Caracas han señalado sistemáticamente a Estados Unidos como un factor que promueve la crisis.
Estados Unidos "es responsable directo" de una "operación (...) para llenar de violencia a la región", lanzó Maduro durante su discurso ante los cancilleres americanos reunidos en la 38 Asamblea General de la OEA en Medellín, noroeste de Colombia.
Negroponte es "un funcionarillo con prontuario criminal" responsable de "desapariciones, de torturas y de muertes en Centroamérica y en varias partes del mundo", e intenta "meter la cuña de la intriga" entre Colombia y Venezuela, expresó Maduro minutos antes en declaraciones a periodistas.
El ministro venezolano reaccionaba así a expresiones de Negroponte quien el lunes señaló que la guerrilla colombiana de las FARC "habría buscado santuario (refugio) en Venezuela", y sin nombrarlos, pidió a los vecinos de Colombia que contribuyan a evitar que los rebeldes se refugien en sus territorios.
El representante estadounidense ante la OEA, Héctor Morales, respondió con dureza a Maduro."Rechazamos categóricamente la caracterización venezolana de la declaración del subsecretario Negroponte", expresó.
Como ocurrió en la Asamblea de la OEA del año pasado en Panamá, cuando el cese de transmisiones de la televisora venezolana RCTV por decisión de Caracas hizo chocar a Maduro con su par norteamericana Condoleezza Rice, el enfrentamiento entre Washington y Caracas se hace protagonista de una reunión en la que la crisis Ecuador-Colombia es tema central.
Colombia ha acusado a los gobiernos de Rafael Correa en Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela, de tener vínculos con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Bogotá fundamenta sus acusaciones en archivos de un computador que asegura haber confiscado tras un ataque a un campamento de las FARC instalado en Ecuador, en el que murió el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes, además de otra veintena de personas, y que terminó con la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de Quito.