TOKIO.- Los padres del joven que el domingo mató a puñaladas a siete personas en un barrio de moda en Tokio, no supieron cómo disculparse este miércoles ante las cámara de televisión y su madre se puso a sollozar ante los periodistas.
"Estamos tan tristes por los que han perdido la vida o por los que han sido heridos por nuestro hijo", declaró el padre del sospechoso, ante la casa familiar en Aomori (norte).
Inclinándose mucho, varias veces, ante las cámaras, agregó: "en vista de la gravedad del incidente, que inquieta tanto a la sociedad... Sean cuáles sean nuestras excusas, no serán suficientes".
La madre del sospechoso, que se mantenía detrás de su marido, limpiándose las lágrimas con un pañuelo, bruscamente se desplomó ante los periodistas. Incapaz de levantarse, en el suelo se inclinó ante las cámaras.
Los canales de televisión japoneses pusieron un filtro de protección ante el rostro de los padres y no dieron sus nombres.
Tomohiro Kato, 25 años, empleado temporal en una fábrica de piezas de automóvil en el centro de Japón, cometió el domingo la peor masacre que haya vivido Japón desde hace siete años.
Tras llegar al volante de un camión de dos toneladas al barrio de Akihabara, en Tokio, conocido por su tiendas de electrónica y sus juegos video, lo lanzó contra la multitud y mató a tres personas.
Luego, abandonando el camión, apuñaló a los transeúntes que tuvo a la mano, matando a cuatro personas e hiriendo a otras 10.