BEIJING.- Las montañas situadas en el epicentro del terremoto que arrasó el pasado 12 de mayo la provincia china Sichuan se elevaron cuatro metros, según sismólogos estadounidenses que se reúnen estos días con sus homólogos chinos en Beijing.
"Esas montañas están activas, se mueven hacia arriba, y tras el terremoto su altitud aumentó cuatro metros", dijo hoy Walter D. Mooney, geofísico del Departamento de Interior de EEUU, al referirse a la colisión de los montes Longmen contra la cuenca de Sichuan.
Money y David W. Simpson, presidente del Consorcio Iris (dedicado al estudio universitario de los sismos en todo el mundo), explicaron a periodistas extranjeros las dimensiones científicas del temblor que ha dejado hasta hoy casi 90.000 muertos y desaparecidos.
A los pies de los Longmen se sitúan tres fallas paralelas activas (Pengguan, Beichuan y Wenchuan) en dirección noroeste-suroeste, de 300 kilómetros de longitud y 20 de profundidad.
La de Sichuan es una falla inversa, un preciado objeto de estudio por los científicos por su escasez en el planeta, que consiste en un "cabalgamiento" de bloques, frente a las fallas normales, en las que uno de estos bloques se desliza hacia abajo.
Con una magnitud 8 en la escala abierta de Richter, la energía liberada el 12 de mayo en la falla de Beichuan fue equivalente al estallido de 56.000 millones de kilos de explosivos o a la bomba nuclear más potente de la historia, detonada por la extinta Unión Soviética en 1961.