Bush y Benedicto XVI recorrieron los jardines vaticanos.
AP
ROMA.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, fue recibido hoy en audiencia privada por el papa Benedicto XVI con gestos especiales y en un ambiente familiar.
En un día casi estival, el jefe supremo de la Iglesia Católica esperó a Bush y a su esposa Laura varios minutos delante de la Torre de San Juan del Vaticano.
"Es un honor", dijo Bush varias veces conmovido, cuando le dio la mano al Papa, que estaba sonriente y relajado. El mandatario estadounidense renunció, sin embargo, a hacer una reverencia. Se trata de su tercer encuentro en un año.
Bush y el Papa se reunieron luego durante media hora en audiencia privada a puertas cerradas. Después, realizaron un paseo a las sombras de los árboles centenarios de los Jardines Vaticanos hasta la réplica de la gruta de Lourdes en el sur de Francia.
Hacia el final, Bush y el Papa tomaron asiento bajo un enorme cedro y escucharon motetes, interpretados por el coro de la Capilla Sixtina. Bush intentaba marcar el ritmo de "Exultate Deo" de Giovanni Pierluigi da Palestrina con el pie.
El Papa recibe a los visitantes generalmente en el Palacio Apostólico. Pero con esta audiencia especial quiso responder a la cordial recepción que Bush le ofreció en abril en la Casa Blanca con motivo de su 81 cumpleaños.
El Presidente estadounidense reiteró en varias ocasiones su gran aprecio por el Papa. Entre los regalos que le hizo Bush a Benedicto hubo un álbum con fotos del viaje de Benedicto a Estados Unidos en abril.
Tras la audiencia, Bush partió de inmediato rumbo a París.
