BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino acusó a los agricultores en rebelión fiscal desde hace 94 días de violar la Constitución al cortar rutas e impedir el abasto de alimentos, combustibles e insumos industriales, en un endurecimiento de su postura frente a la protesta.
"Violan la Constitución quienes cortan rutas e impiden que llegue la comida a la mesa de los argentinos, las naftas (combustibles) a los vehículos y los insumos a las industrias", dijo el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en rueda de prensa en la Casa Rosada (de Gobierno), al concluir una jornada de tensión e incidentes aislados.
Fernández rechazó también que el Gobierno haya violado la ley al imponer impuestos móviles a las multimillonarias exportaciones de granos y otras materias primas agrícolas, al señalar que están amparados en la Constitución que fija derechos de exportación.
"Ni por ventura se pensó en declarar el estado de sitio", respondió a una pregunta el Ministro coordinador del Gobierno de la Presidenta Cristina Kirchner, en jaque desde hace tres meses por las protestas de millares de agricultores que rechazan un alza del impuesto a las exportaciones de soja.
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, a su turno, justificó la legitimidad de la acción de la Policía al detener el sábado a 20 productores agropecuarios, entre ellos el más popular de sus líderes, Alfredo De Angeli, quien recuperó luego la libertad.
La tensión por el conflicto agrario recrudeció con la detención temporal del líder el día en que el Gobierno tomó por primera vez la decisión de impedir que se bloqueen unas 300 rutas y permitir así el abastecimiento de alimentos y productos esenciales.
Los impuestos flotantes a la soja y otros granos consisten en establecer un porcentaje creciente a medida que aumentan los precios internacionales.
Millares de productores se manifestaron contra el arresto del dirigente al cortar decenas de rutas en la rica región central del país, en una nación que exporta anualmente unos 35 mil millones de dólares en productos alimentarios, más del 50 por ciento de las ventas externas.