VANCOUVER.- El hallazgo de dos pies humanos esta semana en una playa de la Columbia Británica en el oeste canadiense, llevando a seis el total de descubrimientos macabros en menos de un año, alimenta las especulaciones populares y provoca dolor de cabeza a la Policía.
Un sexto pie fue hallado el miércoles por una paseante en una playa cerca de Campbell River, un pequeño puerto de pescadores a unos 220 km. al noroeste de Vancouver, indicó Sandra Malone, administradora de un camping en esa localidad.
"Me pidió llamar a la Gendarmería Real de Canadá (GRC) porque había encontrado un pie en un zapato deportivo en la playa", dijo Malone. Otro pie, también en un zapato, había sido encontrado esta semana en la región de Vancouver. Los primeros hallazgos, en tanto, se remontan a agosto pasado.
La oficina del juez de instrucción de Columbia Británica se ha visto inundada por llamados desde este macabro hallazgo, convertido en principal tema de discusión entre los pobladores de Vancouver.
Esto "estimula la imaginación de todo el mundo, pero debemos recordar que se trata de restos de una persona que era amada. Soy reticente a considerar el tema como un suspenso criminal", confió el juez de instrucción Terry Smith.
La Policía mantiene silencio sobre tipos de zapatos, su tamaño o el sexo de la persona a la que pertenece el pie, pero de todas formas indicó que uno de ellos se trata del primer pie izquierdo de los cinco encontrados.
Los dos primeros fueron encontrados con una semana de diferencia en agosto pasado, hallados por paseantes en la isla de Gabriola y la isla de Jedidiah. En ambos casos se trataba de pies derechos de la misma talla.
En febrero, un tercer pie -también derecho- fue encontrado en la isla de Valdes, en el estrecho de Georgia, accesible sólo por barco o hidroavión. El cuarto pie apareció en la isla inhabitada de Kirkland, en el sur de Vancouver, a fines de mayo.
"Están consideradas todas las posibilidades (...), incluso que todos estos hallazgos estén vinculados", indicó Annie Linteau, portavoz de la Gendarmería Real de Canadá (GRC).
La Policía federal no ha determinado si hubo crímenes o si los hallazgos están vinculados a una catástrofe natural. Varios expertos estiman que los pies pudieron llegar a la costa Pacífica canadiense impulsados por las poderosas corrientes oceánicas.
