MOSCÚ.- Más de un año después de la muerte del ex Presidente ruso Boris Yeltsin (1931-2007), miembros de las fuerzas de seguridad confiscaron un archivo de videos de su camarógrafo personal durante una redada, informa hoy el diario "Kommersant".
Empleados del servicio secreto y de otros organismos de seguridad se incautaron de unas 600 cassettes con grabaciones sobre la vida política de Yeltsin, según el periódico.
Alexander Kusnetsov, el antiguo camarógrafo de Yeltsin, se mostró desconcertado ante la operación y acusó a las fuerzas de seguridad de estorbar su trabajo en un documental sobre el "estado de la democracia en la Rusia moderna".
Los miembros de las fuerzas de seguridad no realizaron, en un principio, ningún comentario sobre el incidente.
"La gente que presenció esta operación debe haber pensado: estos vienen a por un espía o un ladrón", dijo Kusnetsov.
Las insólitas grabaciones proceden de la época entre 1988 y 2000. Kusnetsov fue el único al que, durante el golpe de Estado de 1991, se le permitió grabar en la Casa Blanca, la sede del gobierno ruso. También escribió, entre otros, el libro "Cámara para el Presidente".
El abogado de Kusnetsov anunció que presentará un recurso contra la incautación del material audiovisual.
El legado político de Yeltsin, fallecido el 23 de abril de 2007, es aún hoy motivo de polémica entre la opinión pública de Rusia. Los comunistas lo acusaron en vida de ser responsable no sólo de la caída de la Unión Soviética, sino también del caos político, económico y social de los años 90.
Por otro lado, las fuerzas liberales honran hasta hoy los logros de Yeltsin por la libertad de Rusia.