MANILA, Filipinas.- El domingo se temió la muerte de cientos de pasajeros de un trasbordador, incluidos aproximadamente 45 niños, después que la embarcación volcara y se hundiera durante un tifón embravecido, el cual devastó una parte de Filipinas. Los rescatistas sólo encontraron unos cuantos supervivientes debido a que el viento y la lluvia obstaculizaron su labor.
La Cruz Roja reportó que habían muerto al menos 137 personas durante el tifón, sin incluir seis muertes confirmadas por el hundimiento del ferry, que transportaba más de 700 pasajeros y miembros de la tripulación el sábado.
Glenn Rabonza, director ejecutivo del Consejo Nacional de Coordinación para Desastres, dijo que es difícil confirmar las cifras de las víctimas debido al tiempo extremadamente malo.
El domingo, la guardia costera dijo que llegó al lugar cercano a la isla de Sibuyan, donde el Princesa de las Estrellas se volteó. Se podía ver desde la costa el casco semisumergido.
El vicealmirante Wilfredo Tamayo de la guardia costera anunció temprano el lunes que, el domingo ya tarde, se encontraron 28 pasajeros y miembros de la tripulación que habían pasado casi un día en un bote salvavidas, con lo que se elevó la cantidad total de sobrevivientes a 38, informó Prensa Asociada. Se los encontró cuando llegaron a tierra.
Las agencias de noticias, citando información transmitida por radio, dijeron que llegaron a la costa cerca de Mulanay, un pueblo a unas 100 millas de donde se hundió el ferry.
Funcionarios dijeron que también se habían recuperado seis cuerpos.Nanette Tansingco, alcaldesa de San Fernando, la ciudad más grande de Sibuyan, dijo en una estación de radio el domingo que testigos dijeron que “el barco estaba volteado con un hoyo enorme en el casco”.
Comentó que aldeanos de la isla reportaron haber visto que la marea lanzó sandalias y otras pertenencias a la costa, y otros testigos relataron situaciones similares.
Un superviviente, Jesús Gica, dijo en una estación de radio que vio pasajeros que perdieron la conciencia y niños que no se podían poner los chalecos salvavidas. “Muchos de nosotros saltamos desde el barco”, dijo. “Las olas eran grandes”.
También expresó que ancianos, imposibilitados para escapar, quedaron atrapados bajo el ferry cuando se hundió.
Docenas de familiares de los pasajeros fueron a las oficinas de la compañía del trasbordador en Manila para exigir que les informaran sobre lo que pasó.
Según el gobierno, el ferry transportaba 702 personas, 45 de ellas, niños e infantes, y 121 elementos de la tripulación.
El tifón Fengshen golpeó tierra el sábado y devastó varias provincias. Los vientos y la lluvia derribaron postes de luz en la capital y otras partes, provocó deslaves y volteó pequeñas embarcaciones.
Fengshen, con vientos de más de 90 millas por hora, causó más destrucción en el norte de Filipinas, pero para el domingo por la tarde ya se estaba alejando del país, dijeron funcionarios meteorológicos.
El mal tiempo obstaculizó los esfuerzos por localizar al Princesa de las Estrellas y sus pasajeros, dijeron funcionarios de la guardia costera.
“No han visto a nadie”, dijo el teniente de alto grado Arman Balilo, vocero de la guardia costera, a Prensa Asociada el domingo. “Están buscando por toda el área. Están analizando la dirección de las olas para determinar hacia donde podrían haber flotado los sobrevivientes”.
Enojo presidencial
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo, quien se encuentra en Estados Unidos en visita de Estado, regañó a los funcionarios de la guardia costera durante una teleconferencia el domingo por permitir que el ferry navegara a pesar de las advertencias sobre el tifón. Ordenó a las dependencias gubernamentales que coordinen el rescate y las acciones de socorro.
La guardia costera dijo que se permitió que el Princesa de las Estrellas saliera de Manila el viernes por la noche rumbo a Cebu, una ciudad en el centro de Filipinas, porque la tormenta aún no llegaba a tierra.
Asimismo, funcionarios dijeron que el ferry debió haber sido lo suficientemente grande para navegar, y que una advertencia emitida el sábado más temprano sólo prohibía que salieran embarcaciones pequeñas.
En la provincia de Iloilo, en la parte central del país, el gobernador Neil Tupaz reportó que habían muerto 59 personas y que están desaparecidas más de dos docenas. “Iloilo es como un océano”, dijo Tupaz en una entrevista por radio.
Funcionarios dijeron que se movilizó a decenas de miles de habitantes a centros de evacuación. Se cancelaron vuelos y se suspendieron clases en las escuelas.