MANILA.- Dos equipos de buzos intentarán hoy penetrar de nuevo en el interior de un ferry naufragado hace tres días a causa de un tifón en el centro de Filipinas en busca de sus 800 ocupantes, todavía con la esperanza de hallar supervivientes.
Si fracasa esta misión, un buque de la Guardia Costera perforará el casco del trasbordador, con el riesgo de causar un vertido de combustible que puede generar una catástrofe medioambiental, según informaron fuentes oficiales.
El pasado domingo, cuando los equipos de rescate se zambulleron por primera vez en el lugar del accidente, no obtuvieron respuesta cuando golpearon el casco, por si les escuchaban las víctimas.
Pero esta vez, buscarán ventanas o puertas que puedan abrir para entrar dentro del navío que quedó varado el sábado en la isla de Sibuyan, unos 300 kilómetros al sur de la capital, por el temporal del tifón "Fengshen", que arrasó el fin de semana varias zonas de Filipinas.
A última hora de anoche, 35 cadáveres fueron recuperados en aguas de la cercana isla de Masbate, en la región central de Filipinas, pero las autoridades no confirmaron que procedan del ferry.
Por el momento, la Guardia Costera ha confirmado un total de 34 supervivientes y seis muertos. A bordo del trasbordador, de unas 24 mil toneladas y propiedad de la naviera filipina Sulpicio Lines, iban 862 personas, incluidos 111 tripulantes, y no 746, como se difundió inicialmente.
De confirmarse la muerte de los desaparecidos en el naufragio, será el accidente marítimo más grave ocurrido en Filipinas desde diciembre de 1987. En esa fecha cerca de cuatro mil 400 personas perecieron en el sur del país después de que el trasbordador "Doña Paz" chocara contra un petrolero, en el mayor desastre en la historia de la navegación comercial.
