VILLAHERMOSA.- El tema de los biocombustibles instaló hoy nuevas diferencias entre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y su par de Nicaragua, Daniel Ortega, ambos participantes en la Cumbre de Tuxtla Gutiérrez en Villahermosa, México.
Ortega calificó de "pecado mortal" hablar de producción de biocombustibles ante la escasez y los altos precios de los alimentos.
Además, argumentó daños al medio ambiente y puntualizó que Centroamérica no tiene tierras como Brasil y Colombia para ese tipo de generación de energéticos, en referencia a tres plantas de biocombustibles que construye Colombia en la zona del istmo.
Uribe, por su parte, señaló que los biocombustibles representan también formas de generar desarrollo, aunque acotó que este tipo de producción de energéticos no puede interferir con los alimentos.
El presidente de México, Felipe Calderón debió intervenir en el cruce de posiciones de Uribe y Ortega, que se dio a pocos días de que ambos mandatarios intercambiaron acusaciones en torno a la acogida que Nicaragua dio a tres sobrevivientes del ataque militar colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador.
"Este no es el momento", pidió Calderón a sus colegas, y coincidió parcialmente con Uribe en el tema de los biocombustibles, aunque deploró que el maíz amarillo, base de la dieta de los mexicanos, sea utilizado en la generación de etanol.
Calderón reconoció que el alza en el precio de los combustibles está emprobreciendo a la región y señaló que el problema debe enfrentarse de manera conjunta.
El mandatario mexicano solicitó a Uribe que además de las tres plantas colombianas de biocombustibles en Centroamérica se instale una en México.
"Con el mayor gusto, presidente Calderón y usted nos ayuda con una cosita", a lo que su par mexicano respondió bromeando: "Lo que se le ofrezca, menos dinero".
Uribe pidió financiar parte de la maquinaria para las plantas a instalar en países miembros del Plan Puebla Panamá.