WASHINGTON.- La reconciliación demostrada el viernes entre el candidato demócrata a la presidencia estadounidense Barack Obama y su ex rival Hillary Clinton es de interés para ambos, y tiene posibilidades de acentuarse en las próximas semanas, según expertos.
Las cosas deberían ir más allá de la puesta en escena de su primera reunión de campaña en Unity (Nueva Hampshire, noreste): corbata azul de Barack Obama que hacía juego con el traje de la ex primera dama, escarapelas bajo el sol, risas compartidas.
Obama dijo que contaba con Clinton para hacer campaña en su nombre y ayudarlo a conquistar la Casa Blanca en noviembre.
Ella le prometió todo su apoyo, implorando a sus partidarios no ceder a la tentación de votar por el republicano John McCain.
Más allá de las palabras, Obama había firmado el jueves un cheque por 2.300 dólares -el máximo autorizado por la ley- para ayudar a absorber las deudas de campaña de Clinton.
Su esposa Michelle donó el mismo monto. Más simbólico aún, el equipo de Obama anunció el viernes la contratación de Neera Tanden, una de las principales consejeras de Clinton en política interior.
"Si él gana (la presidencia) a ella le gustaría poder ayudar en el Senado.
Si él pierde, ella querría quedar en una posición donde no pierda un número tal de (demócratas) que no pueda (pelear por la candidatura) una vez más en 2012", explicó Eric Davis, profesor del Middlebury College, a la AFP.
"No hay intereses divergentes" dijo William Galston, ex asesor del presidente Bill Clinton y actualmente integrante del grupo de reflexión Brookings Institution.
"Lo mejor que puede hacer Hillary Clinton por Obama" es buscar darle el voto de "los hombres blancos que votaron por ella en Ohio, Pensilvania, estados de ese tipo. No tienen aspecto de querer votar por Obama.
Si ella puede ayudar a que esas personas voten a Obama en vez de a McCain, es probablemente lo más importante que puede hacer", estima Davis.
El simple hecho de que Clinton se comprometa con Obama debería atenuar la amagura de sus votantes mujeres.
"Algunas mujeres resentidas se quedarán en su casa, pero las que vayan a votar probablemente no voten (a McCain), un republicano que está en contra del aborto y que quiere continuar la guerra en Irak indefinidamente", analiza Galston.
Pero los sondeos hacen que esta hipótesis resulte poco creíble.
El miércoles, una encuesta de la Universidad de Quinnipiac llevada a cabo en cuatro estados clave (Colorado, Michigan, Minnesota y Wisconsin) mostró "un consenso claro en todos estos estados de que los votantes no quieren a Hillary Clinton como vicepresidente y que la perciben como un peso muerto, y no como un valor agregado", destacó Peter Brown, director adjunto del instituto de sondeos.
Por ejemplo, Carole Stone-Oks -una demócrata que venía del acto en Unity el viernes- dijo que votaría a McCain, salvo si Hillary Clinton fuera elegida como candidata a vicepresidente.Para Galston, el tema aún no está resuelto.
Obama "decidirá (sobre su candidato a la vicepresidencia) de manera firme y pragmática. Si su equipo decide que hay más chances de ser presidente con Clinton como vice él la eligirá, sobre todo si su análisis muestra que ella puede hacer ganar en estados clave como Ohio o Pensilvania", predijo.